Habló la hija de la mujer que murió luego de una operación de vesícula: «Le perforaron los intestinos, mi mamá tenía materia fecal en el abdomen»

La familia de Sonia Carina Serio denuncia que el cirujano que la operó le provocó una peritonitis fecal fatal. El médico hizo “abandono de persona” y se fuera de vacaciones.
 Dolor, angustia, impotencia y bronca se repiten en la cabeza de los familiares de Sonia Carina Serio, una mujer de 48 años que falleció en la madrugada del viernes 5 de julio en el Instituto Médico de Brandsen después de luchar contra un grave cuadro de infección provocado por el mismo médico que la operó de su vesícula a mediados de junio. 

“Mi mamá tenía materia fecal por todo el abdomen porque le perforaron el intestino cuando le hicieron una intervención laparoscópica”, denunció Micaela, hija de Sonia. Todo comenzó el 12 de junio pasado. La mujer de 48 años tenía programada una cirugía de vesícula en el Instituto Médico de Brandsen en manos del Dr. Alejandro Ambrosinni, su cirujano y médico de cabecera.

El médico, quien también es director del Hospital Municipal de Brandsen, realizó la cirugía sin –a priori- mayores complicaciones y le dio el primer parte médico a Micaela. “Cuando él la opera el día 12 de junio, nos dice que le quedó la duda de haber lacerado (desgarro) los intestinos. Pero que si esto pasó, descocía uno de los tres puntos y lo corregía”, contó.

 Al otro día,  a su mamá le comenzaron a dar antibióticos y una dieta líquida, es decir, a base de solo agua. “Pero mi mamá era alérgica, le dieron vómitos. Le hicieron una ecografía para constatar –supuestamente- que no hubiera lesiones y le dieron de alta a los dos días”, explicó, visiblemente dolida con lo que ocurrió horas después.

“Mi mamá comenzó con dolores, con mucho malestar. Esto fue un fin de semana largo. Lo llama el domingo (16 de junio) para decirle que está muy dolorida. El Dr. Ambrosinni le dijo que era propio de la cirugía y fríamente le dice que se tome una buscapina porque él se iba de vacaciones. Mi mamá comenzó a vomitar materia fecal, literal”, recordó, angustiada.

A raíz de esta secuencia, Sonia junto a su hija decidieron volver al Sanatorio y tras los análisis le diagnosticaron una peritonitis fecal. “Tenía materia fecal por todo el abdomen. El Dr. Navarro la operó de urgencia. Mi mamá tenía entrada de orificio y salida en los intestinos. Sale del quirófano sedada y con ano contranatura”, explicó.

Pero para su sorpresa, no fue el DR. Navarro quien le dio ese parte médico, sino que Ambrosinni había postergado sus vacaciones momentáneamente para aparecer en el Sanatorio: “El parte médico nos lo dio el Dr. Ambrosinni a pesar de que no participó de la cirugía. Nos dijo que solo tenía una pequeña infección”

En este marco –contó- el médico le decía que todo era por “protocolo” y seguridad, ya que su mamá se encontraba fuera de peligro: “Ese día el Dr, Navarro nos buscó para darnos el parte médico y ya no nos encontró porque ya nos lo había dado Ambrosinni”.

Pero a pesar del diagnóstico de AmbrosinniMicaela durante una de sus visitas notó que su mamá tenía alta la temperatura, según el monitor. “Ahí me lo encuentro a Ambrosinni, que me había dicho que estaba todo bien, y le digo que estaba con fiebre. Me dijo que era normal por haber sufrido dos cirugías. Me dijo que me quedara tranquila, que él se tenía que ir de vacaciones porque tenía que cumplir con su familia”, detalló.

Ese día, martes 18 de junio, regresó a su casa, preocupada pero confiando en los dichos del médico. “A la noche, mi sobrino, que es camillero en ese lugar, viene hasta mi casa y me dijo que vaya al sanatorio urgente. Imagínate el nivel de desorden de ese sanatorio, que le dijeron a mi sobrino que me vaya a buscar”, manifestó, indignada.

Al llegar –su casa se ubica a solo seis cuadras de ese nosocomio- el médico que había operado a su mamá por segunda vez, el Dr. Navarro, le da un nuevo parte médico que resultó ser muy desalentador. “El parte era muy diferente que el de Ambrosinni. Me dijeron que le dieron una droga para que no entre en paro, porque se había desestabilizado”, recordó.

Y sumó: “Mi Mamá no estaba bien. Me dijeron que se había descompensado, que entró en estado de shock y que casi se les murió. Llegó este señor (por Ambrosinni) y todo el tiempo estaba contradiciendo a Navarro. Para todo esto, discutimos frente a mi mamá que ya estaba en coma inducido”.

Una vez más, con su mamá ya estabilizada, a Micaela la volvieron a mandar a su casa y apenas se encuentra abriendo la puerta escucha su teléfono sonar. “No alcanzo a llegar a mi casa, que me suena el celular. Era Ambrosinni diciéndome que no quería que quedara esta relación tensa. Me dijo que iba a cancelar sus vacaciones para estar con mi mamá”, afirmó.

Cabe destacar que el médico y Micaela son vecinos, ya que sus patios son lindantes. “Pero a los dos días siguientes que estuve en el Sanatorio no lo vimos y ahí fue cuando nos avisó que se había ido igual de vacaciones por su familia. Hizo un completo estado de abandono de persona, con mi mamá con picos febriles”, relató.

Su mamá salió de terapia y como seguía con fiebre, le realizaron una tomografía, la primera en los más de diez días que llevaba Sonia internada en el Sanatorio: “A mi mamá la tendrían que haber revisado la primera vez, antes de darle el alta. Ella ya estaba podrida por dentro. Seguía con una infección terrible. Estuvo con mierda cinco días recorriendo por su cuerpo”.

SI bien su mamá –afirmó- estaba lúcida, la infección ya había llegado al torrente sanguíneo. Al mismo tiempo, la tomografía reveló una gran presencia de líquido en la cavidad abdominal por lo que la tuvieron llevar a cirugía de emergencia.

“Antes de entrar de nuevo al quirófano, el 3 de julio, Ambrosinni se presentó en el Sanatorio y quiso hablar conmigo. Él sabía que esto había pasado por él. La mandó a pudrirse a la casa. A mi mamá por la herida le salía pus que parecía vomito”, explicó.

Y siguió: “El Dr. Navarro la limpió de manera superficial, ya que no podía hacer otra cosa porque le podía provocar otra peritonitis fecal. Mi mamá salió bien del quirófano, estaba consiente, hablaba, pero falleció a los dos días”.

Sonia Carina Serio, de 48 años, falleció el 5 de julio a la 1 de la madrugada luego de tres cirugías en tan solo 20 días. “Ambrosinni no se presentó cuando murió mi mamá y ni siquiera nos dio una explicación”, dijo. Y agregó: “Mi mamá es la tercera muerte en manos de este tipo. El mes que viene irá a juicio Oral por el caso de Leonor Medrano, por exactamente lo mismo. La única diferencia es que esta mujer murió a los cinco días”.

Micaela no lo dudó y realizó la denuncia contra el médico por “mala praxis”. En las últimas horas, el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet, lo imputó por “homicidio culposo”. “Este tipo no puede ser el director del hospital. Cuando la policía secuestró la historia clínica le falta la primera parte, donde reflejaba la cirugía que le hizo él”, contó Micaela

Y entre lágrimas, cerró: “Mandaron a analizar una porción de un intestino y mi mamá tenía tres úlceras. Le lastimaron el intestino con la laparoscópica. Ambrosinni le perforó el intestino y se fue de vacaciones. La abandonó. Mi bisabuela se murió de la angustia. Mis abuelos están vivos y tuvieron que velar a su hija. Yo estoy haciendo un juicio penal, no civil. No quiero plata, quiero justicia. Ni todo el oro del mundo me va a hacer cambiar de opinión”.

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