«Cuando lo vi, me temblaba el cuerpo»: el desgarrador testimonio de una de las víctimas del violador serial de Rosario

La mujer fue una de las que participó en la rueda de reconocimiento. El detenido, de 30 años, está acusado de haber atacado a ocho jóvenes entre enero y julio de este año.

Tras una exhaustiva búsqueda de la policía en Rosario, las autoridades detuvieron a un sospechoso que podría ser identificado como el violador serial que abusó de al menos ocho mujeres entre enero y julio de este año en esa ciudad santafesina. Tras una rueda de reconocimiento, donde un grupo de víctimas logró reconocerlo como el autor de los ataque sexuales, una de las jóvenes detalló cómo se sintió al verlo personalmente.

«Cuando lo vi, automáticamente me di cuenta de que era él. Claramente me puse nerviosa, me temblaba el cuerpo, no la pasé bien, pero estoy segura que era él», sostuvo la chica en una entrevista a Radio Dos.

La víctima detalló que había sido atacada por este hombre hace dos meses y que gracias a su denuncia, sumadas a las de otras jóvenes, los investigadores pudieron realizar un identikit que desencadenó en su arresto.

«La cara no me la había olvidado, lo pude reconocer. Mi problema era que cuando me atacó no tenía barba y casi nada de pelo, pero en la rueda tenía barba, lo que me confundía. Pero cuando le vi la forma de la cara, los ojos y la altura, enseguida supe que era él», explicó en referencia a los cambios de su aspecto.

A pesar de haber quedado «paralizada» al verlo, la joven remarcó lo reconoció con total seguridad. «Estuve diez minutos mirando todos sus ángulos, la cara, todo», agregó. «Ahora tengo la seguridad de que está adentro y ojalá no salga por un buen tiempo», concluyó en la entrevista radial.

Según detallaron fuentes oficiales del caso, este domingo se realizará la audiencia imputativa al detenido, identificado como P.B de 30 años, por orden de la fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Alejandra Raigal.

Al principal sospechoso lo habían arrestado este jueves junto a otro hombre, que recuperó su libertad ya que no había evidencia suficiente en su contra y ninguna de las víctimas lo apuntó como autor o cómplice de las violaciones.

Con respecto al modus operandi del agresor, los investigadores sostuvieron que el hombre elegía a mujeres que se habían quedado solas frente a comercios en la calle. Una vez que las interceptaba, las ataba de pies y manos. Y les colocaba un precinto en el cuello.

En el legajo judicial detallaron que el sospechoso tomaba los recaudos necesarios para no ser identificado durante las agresiones. Por ejemplo, elegía lugares donde no estaban instaladas cámaras de seguridad. Y si el ataque era en la calle, intentaba llevar a las víctimas a zonas oscuras. A su vez, se movía en moto (de color negra y con una caja de reparto blanca) para huir más rápido.

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