Era Brenda Montaña: encontraron una cadenita suya entre los restos carbonizados en San Juan

Solo esperan el resultado del cotejo de ADN para la confirmación definitiva del crimen. El marido está detenido y es el principal sospechoso.

Un día después de que se encontraran los restos carbonizados de una mujer en un descampado de la provincia de San Juan, los investigadores dieron un paso importante hacia la identificación del cuerpo. Es que el asesino olvidó llevarse al escapar la cadenita con un dije de la Medalla Milagrosa que tenía puesta la víctima y la reconocieron: es la que usaba Brenda Montaña.

El colgante pertenecía a la joven de 24 años que estaba desaparecida desde el jueves pasado, cuando su marido, Diego Álvarez, la descubrió en compañía de su amante. Mientras se espera la confirmación científica que surgirá del cotejo de las pruebas de ADN, la policía sigue sumando pruebas que cierran el círculo en torno del hombre.

La principal hipótesis es que Álvarez mató a Brenda el mismo jueves que la encontró con José Guajardo en Campo Afuera. Creen que cargó su cuerpo después hasta un zanjón a 300 metros de ese lugar y lo prendió fuego. Justo en ese momento aparecieron unos adolescentes, a quienes les ofreció dinero para que guardaran silencio. Ellos fueron lo que después, cuando lo vieron en la televisión pidiendo por su esposa, lo reconocieron y brindaron el primer indicio en su contra.

El relato que hizo Guajardo ante la justicia tampoco lo ayudó. El hombre sostuvo que cuando Álvarez los descubrió lo agredió con una piedra y, mientras escapaba, pudo ver a Brenda arrodillada y a su esposo pegándole.

Álvarez tardó siete horas en denunciar la desaparición de su mujer y cuando lo hizo dijo que se había ido corriendo hacia el campo y que le había robado 30.000 pesos. Unas horas después lo detuvieron acusado por lesiones, a raíz de la declaración de Guajardo. Sin embargo, tras el hallazgo del cuerpo, podría ser imputado de homicidio agravado por el vínculo, alevosía, ensañamiento y femcidio.

Gustavo Fariña, secretario de Seguridad, remarcó el «grado de perversión» del homicida y habló de una mecánica «fríamente pensada para eliminar por completo el cuerpo». Según explicó en diálogo con Radio Sarmiento, llamó la atención de los uniformados que el asesino haya utilizado cubiertas para incendiar sobre el cuerpo. «Es tanta la temperatura que estos elementos toman que se llega a borrar la cadena de ADN», remarcó.

 

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