Tal como se anunció y luego de 20 años de negociaciones con idas y vueltas, finalmente, el Mercosur y la Unión Europea firmaron un acuerdo de libre comercio. Antes de analizar su impacto favorable o no para nuestro país conviene hacer algunas aclaraciones.
En primer lugar, un acuerdo de libre comercio consiste en la eliminación de las barreras al comercio entre los países participantes, en este caso, bloques económicos, con el propósito de agilizar los negocios, generar un mercado más atractivo y de dimensiones más amplias. En segundo lugar, aun no se conocen con precisión los alcances del acuerdo firmado, seguramente, los funcionarios técnicos que participaron de la negociación deberán informar los mismos al congreso para cuando se trate su aprobación o no.
Por último, nuestro país a diferencia de otros países latinoamericanos (Chile, Colombia y México) se ha caracterizado por un discreto nivel de asociatividad internacional priorizando una línea de pensamiento del mundo más como una amenaza que como una oportunidad, por tal razón y como sucediera con la firma del tratado del Mercosur en la década del 80 y la iniciativa del ALCA (asociación d libre comercio de las américas) en los 90¨s este acuerdo es mirado con cierto escepticismo y desconfianza por algunos sectores.
Características
El acuerdo no tiene como intención la creación de un nuevo bloque, sino una alianza de menor intensidad a los existentes dentro del Mercosur y la Unión Europea. Contempla la eliminación automática de los aranceles para la mayor parte de los productos de origen agrícola e industrial, estableciendo para bienes sensibles, en el caso del Mercosur, un periodo de transición con desgravación gradual que puede llegar a los 10-15 años y en el caso de los países europeos, se establecen cupos o límites a la cantidad importada.
Dentro de la oferta exportable misionera, tanto el té y sus derivados como la yerba mate en sus diferentes presentaciones, tendrán acceso inmediato al mercado europeo con arancel cero una vez aprobado el acuerdo. Es importante destacar, que no se contempla la eliminación de los controles aduaneros ni el levantamiento de los requisitos técnicos vigentes (certificaciones, normas de calidad, normas sanitarias, reglamentaciones, etc.). Asimismo y dado que en un principio pareciera que las pymes no están en las mimas condiciones ni disponen de los recursos de las empresas grandes, el acuerdo contempla el suministro de asistencia financiera, técnica y know how para facilitar su incorporacion. En definitiva, entiendo que en principio los sectores más beneficiados de nuestro país sean aquellos que cuentan con mayores fortalezas y están acostumbrados a competir como ser el sector agroindustrial.
En contrapartida, los sectores más amenazados son el industrial (principalmente el metalmecánico) que requerirá que nuestro país corrija los problemas económicos endógenos para poder estar a la altura de las exigencias del nuevo mercado. Un aspecto no menor, es que el acuerdo para que entre en vigencia requiere la aprobación tanto del parlamento europeo como de los congresos de los países del Mercosur (32 países o 31 sin Inglaterra) lo cual seguramente no será una tarea rápida ni sencilla, muchos como el caso de paises como argentina con mandato próximo a cumplir.
Por Ernesto Seidel (*)
Despachante de Aduana, Agente de Transporte Aduanero, Licenciado en Comercio Internacional.
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