La historia de Frankie, el gato con un ojo que fue torturado y sobrevivió

Frankie nació en la calle y cuando fue encontrado estaba en pésimo estado, mordido, un ojo en mal estado, problemas en las articulaciones y ¡4 orejas!. Sobrevivió a todo. Un enorme luchador.

Frankie es un poco diferente, tiene cuatro orejas y tuvo que quitarse uno de sus ojos. Pero es feliz (Instagram).

Frankie es un poco diferente, tiene cuatro orejas y tuvo que quitarse uno de sus ojos. Pero es feliz (Instagram).

Frankie es un poco diferente, tiene cuatro orejas y tuvo que quitarse uno de sus ojos; Frankie no entiende que es diferente y después de pasar por todo lo que el destino tenía preparado para él, el pequeño se ha adaptado para vivir en el gran mundo y su familia adoptiva ha estado ahí para ayudarle a entender la vida de otra manera.

A Frankie le tuvieron que quitar su ojo derecho. No se rindió (Instagram).

A Frankie le tuvieron que quitar su ojo derecho. No se rindió (Instagram).

Georgie Anderson, la madre humana de Frankie explica, «Nació en una casa de un suburbio en el seno de una madre no domesticada; fue encontrado con un hermano vivo, pero seguramente tuvieron más que no sobrevivieron. Lo habían lastimado mucho. Acogimos a Frankie y a su hermano durante varias semanas para socializarlos y engordarlos antes de llevarlos al refugio para que recibieran atención médica».

Aunque sus cuatro orejas es lo primero que llama la atención, también tiene una mordida muy grande que le da a su rostro una apariencia muy angular.

Entró al refugio de animales con dos ojos, pero uno de ellos tuvo que serle extirpado porque llegó en muy mal estado; Frankie también tiene problemas en las articulaciones de sus piernas traseras no tienen la posición correcta por lo que camina con las ellas abiertas y se le descolocan las rodillas con frecuencia.

Frankie y sus amigos caninos. Cariñoso como pocos (Instagram).

Frankie y sus amigos caninos. Cariñoso como pocos (Instagram).

Frankie tiene el cariñoso sobrenombre de Frankenkitten por esta serie de «defectos» que arrastra; Georgie Anderson ahorra para realizarle a Frankie todas las caras operaciones que necesitaporque cuando llegó al refugio, elle trabajaba allí y sintió un flechazo inmediato por él, le inspiró ternura.

Las articulaciones de sus piernas traseras no tienen la posición correcta por lo que camina con las ellas abiertas y se le descolocan las rodillas con frecuencia.Nada lo detiene (Instagram).

Las articulaciones de sus piernas traseras no tienen la posición correcta por lo que camina con las ellas abiertas y se le descolocan las rodillas con frecuencia.Nada lo detiene (Instagram).

Según Georgie, “Su personalidad es muy descarada, pero se sale con la suya porque también es muy dulce; no es demasiado inteligente, por eso dudo que le vaya bien fuera, vería un coche y pensaría que es algo con lo que jugar; es tan amoroso, cariñoso y parece sentir cuando he tenido un día difícil que casi diría que tiene la personalidad de un perro».

“Su personalidad es muy descarada, pero se sale con la suya porque también es muy dulce; no es demasiado inteligente, por eso dudo que le vaya bien fuera, vería un coche y pensaría que es algo con lo que jugar; es tan amoroso, cariñoso", dice su madre humana (Instagram).

“Su personalidad es muy descarada, pero se sale con la suya porque también es muy dulce; no es demasiado inteligente, por eso dudo que le vaya bien fuera, vería un coche y pensaría que es algo con lo que jugar; es tan amoroso, cariñoso», dice su madre humana (Instagram).

Frankie es una prueba viviente de que la belleza de una mascota reside en ella y es el ejemplo de que, la vida, en muchas ocasiones, nos puede dar una segunda oportunidad; por rotos que estemos siempre habrá alguien dispuesto a arreglarnos, a recoger nuestros pedazos.

(Clarín)

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