Un grupo de científicos británicos está estudiando, y confía en que así sea, la posibilidad de que una taza de café funcione para la estimulación de la producción de grasa parda en el cuerpo adulto. De esta manera, podría ser un factor importantísimo para combatir la obesidad.
Este trabajo es uno de los primeros en realizarse en humanos para encontrar componentes que podrían tener un efecto directo en las funciones de la grasa parda, que desempeña una función clave en la rapidez con que podemos quemar calorías para transformarlas en energía.
El también llamado tejido adiposo marrón, uno de los dos tipos de grasa que se encuentran en los humanos y otros mamíferos, tiene la función de generar calor corporal quemando lípidos. A diferencia de esto, la grasa blanca es el resultado de almacenar el exceso de calorías.
“La grasa parda funciona de manera diferente a otras grasas en su cuerpo y produce calor al quemar azúcar y grasa, a menudo en respuesta al frío. Aumentar su actividad mejora el control del azúcar en la sangre y los niveles de lípidos en la sangre, y las calorías extra quemadas ayudan a perder peso.
Sin embargo, hasta ahora, nadie encontró una forma aceptable de estimular su actividad”, comentó el profesor Michael Symonds, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, de Gran Bretaña. “Una taza de café puede tener un efecto directo en nuestras funciones de grasa parda”, agregó.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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