“Nos pone contentos que se valore el esfuerzo, no es una carrera fácil”, aseguró uno de los ingenieros misioneros recibidos del Balseiro

Jonathan Ayala y Norberto Schmidt son los misioneros recibidos de la carrera de Ingeniería Nuclear. Esta semana se conoció la flamante noticia acerca su egreso del Instituto Balseiro en San Carlos de Bariloche. Ayala expresó que ahora prevé regresar a Misiones pero que espera conseguir una oportunidad laboral en Buenos Aires. Los ingenieros son oriundos de San Vicente y Oberá, respectivamente.

 

Jonathan Ayala – ingeniero nuclear. FM Libertad.

 

Según explicó en comunicación con FM Libertad, la industria nuclear tiene diversas aplicaciones y, particularmente en Argentina, existen tres centrales nucleares que funcionan como generadoras de energía eléctrica. Otra de las aplicaciones son la investigación y el desarrollo de tecnología en los Centros Atómicos, como el que hay en Bariloche. La medicina nuclear es otra rama que se desprende de esta industria y actualmente está siendo explotado en nuestro país en temáticas como ser el tratamiento contra el cáncer.

 

“Con mi compañero ingresamos en el año 2016, ya nos conocíamos con Norberto desde la secundaria y hasta coincidimos en estudiar Ingeniería Electrónica en Oberá. Luego de dos años en la carrera decidimos irnos al Balseiro y después de una entrevista fuimos admitidos”, manifestó Ayala.

 

Respecto al logro obtenido y el esfuerzo que significó este mérito, precisó que no es algo sencillo ya que, primeramente, exigen los conocimientos correspondientes a dos años de cualquier ingeniería o una licenciatura en Física. “No voy a decir que es fácil. Es una carrera que requiere de mucha perseverancia y horas de estudio. Son tres años de carrera sumados a los primeros dos obligatorios para ser admitido”, expresó.

 

En el caso de su compañero, Norberto Schmidt, Jonathan indicó que hasta el momento planea quedarse en el Centro Atómico Bariloche para realizar una maestría y continuar con sus especializaciones mientras también trabaja allí. Ayala destacó que, por año, el Balseiro otorga el egreso a unos quince ingenieros por año, entre ellos dos misioneros en esta oportunidad. “La noticia tuvo mucha repercusión y nos pone contentos que se valore ese esfuerzo”, finalizó.

 

A.B.V.

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