Carlos Fernandez Liesa, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad Carlos III de Madrid, será uno de los encargados de dictar la Diplomatura Internacional sobre “Seguridad y Derechos Humanos: Niños, Niñas, Adolescentes y Mujeres” que se dictará a aspirantes de la fuerza que estudian en el Instituto Universitario de Seguridad de Misiones. Destacó la importancia de concientizar sobre los derechos humanos y aseguró que lo que está haciendo la Provincia es un ejemplo a seguir para otras policías del territorio.
Este lunes el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, encabezó el acto de apertura en la Escuela de Policía General Manuel Belgrano, de la Diplomatura Internacional sobre “Seguridad y Derechos Humanos: Niños, Niñas, Adolescentes y Mujeres”. Catedráticos de la Universidad Carlos III de Madrid serán los encargados de dar los módulos.
Carlos Fernandez Liesa, indicó que se pretende trasmitir los valores y el binomio que hay entre la libertad de los derechos y la exigencia de seguridad. “Hay una concienciación sobre cuáles son los derechos humanos que no deben ser vulnerados en la represión de los crímenes y en el ejercicio de las funciones propias de la seguridad”, dijo.
“Lo fundamental que tiene que saber un policía es que en su labor, que es una labor legítima para la sociedad, tiene también un límite, que es el núcleo duro de los derechos humanos, que es una línea roja que hay que respetar”, marcó el catedrático.
Explicó que en las clases buscarán trasmitir lo esencial a la hora de detener a una persona, o de llevarlo ante un juez. “Lo que está haciendo Misiones es muy interesante y un ejemplo a seguir con otras policías del territorio Argentino”, destacó.
Santiago Ludeña, Profesor tutorial de Derecho Internacional Privado, explicó que sus clases serán sobre el secuestro de menores. Dijo que buscará proponer una propuesta para el debate que se comienza a dar sobre una posible solución sobre el secuestro del niño.
Será en base a datos tanto de Argentina hacia Europa y de allá hacia Argentina. “Desgraciadamente los números han crecido y suelen estar vinculados a las crisis de parejas y no necesariamente a parejas casadas. Los niños se usan con mucha frecuencia como moneda de cambio para presionar a la otra forma, es un problema que está creciendo muchísimo en Europa, en Sudamérica en tanto se mantiene”, indicó.
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