El dólar repuntó y se vende a 45,50 pesos en Posadas

Es el valor promedio de la monda en casas de cambio de la Capital misionera. Ayer en Buenos Aires la moneda cerró a $43,95 después de haber llegado a $42,40.

 

La cotización del dólar oficial cayó días atrás por debajo de los $43. Esto lo posicionaba más de 4% por debajo del cierre de mayo. La sensación que se respira, desde abril, de cierta paz cambiaria, ha embriagado a algunos e inquietados a otros. De uno y otro lado cruzan espadas sobre la gestación de un nuevo atraso cambiario.

 

En lo que va del año la inflación minorista acumula más de un 19%. Mientras que el dólar oficial subió poco más de 13%. Fueron cinco meses de escalada inflacionaria. Pero el dólar tampoco se quedó muy atrás. Si bien arrancó mal el año ya que en enero cayó 2% luego en febrero y marzo recuperó ampliamente posiciones subiendo 5,3% y 11,2% respectivamente. Luego entró en modo “slow motion” ya que en abril subió 1,5% y en mayo 2%. Esta estabilidad, lograda gracias al beneplácito del FMI y al liberarle las manos al BCRA, es lo genera cierto ruido ya que los índices inflacionarios no dan tregua, a pesar, de mostrar cierta desaceleración.

 

Cierto es que en el último tiempo el retroceso del dólar a nivel mundial, luego de un prolongado período de fortaleza, está jugando a favor de las divisas emergentes. Ahora bien, más allá de las distintas comparaciones y el debate académico, si se observa una serie histórica del tipo de cambio real no parecería que el dólar esté hoy atrasado. Claro que para aquellos amantes de un “super dólar” o sea, un peso bien depreciado o salarios reales por el piso, el actual tipo de cambio está bien lejos de ese nivel. Para tener una referencia, por ejemplo, el tipo de cambio real promedio 2003-2007 sería hoy equivalente a más de $62. Mientras que el de la salida de la convertibilidad superaría los $91.

 

Del otro lado quienes se embriagan con el dólar estable no pueden perder de vista que el de la convertibilidad deambuló muy por debajo de los $30 de hoy, según datos de Macroview.

 

 

Al respecto cabe señalar que tras la salida del cepo con el advenimiento de Cambiemos el tipo de cambio real saltó de niveles de $30 a casi $40. Pero luego la confluencia de varios factores entre los cuales la estrategia del BCRA de ese entonces fue determinante para gestar un proceso de apreciación que llevó el tipo de cambio real apenas por encima de los $31 de hoy en diciembre de 2017. Luego sobrevino el colapso ya conocido en unas cuantas fases que en setiembre de 2018 un valor de más de $53 de hoy.

 

En la actualidad el tipo de cambio real se ubica, según el Estudio Broda, en torno al promedio de 1997 a la fecha. Claro que si se toma el promedio desde 1980 da más de $48 donde después de la Tablita, la Guerra de Malvinas y otras crisis, el dólar deambuló entre los $50 y los $100 de hoy.Resulta interesante ver no solo el tipo de cambio real bilateral, o sea, contra el dólar, sino también contra el resto de los socios comerciales. El estudio EcoGo estima que el tipo de cambio multilateral (mix de dólar, euro y real) está 11% por encima del bilateral. La diferencia a favor de la competitividad del peso se acentúa frente al real brasileño donde el tipo de cambio real es un 23% más alto que frente al del dólar.

 

Hay algunas mediciones ad-hoc, que buscan estimar la “paridad del poder adquisitivo” de las divisas. Para ello buscan un bien similar en todo el mundo para poder comparar la paridad de las monedas. Una de ellas que ha ganado popularidad es el índice Big Mac que elabora la revista especializada The Economist (que toma el valor de la tradicional hamburguesa en todos los países donde opera Mac Donald’s) y según el último registro de enero pasado el sandwich en Argentina y Turquía es de los más baratos del mundo solo por encima de Ucrania y Rusia. O sea, en estos países el dólar está “caro”. Mientras en EE.UU. costaba u$s5,6 en Argentina u$s2. Recién para las elecciones de octubre se conocerá el índice correspondiente a julio, pero al parecer mucho el panorama no ha cambiado en estos meses más allá de un leve deterioro ya explicado. En los últimos tiempos surgió otro índice, el llamado “Latte” de Starbucks que toma como índicador el café con leche de la cadena de cafeterías. Para tener una referencia lejana, a fines del 2017 el índice publicado en el Wall Street Journal mostraba como el peso en Argentina se había sobre apreciado. Hoy la realidad es otra. Lo cierto es que a pesar del “pass-through” registrado desde el abrupto salto cambiario, el tipo de cambio real sigue siendo competitivo. Basta con comparar el gasto en dólares de los turistas extranjeros con el de los argentinos que viajan al exterior. El dólar actual no tan barato como dicen algunos. Pero tampoco tiene mucho margen para otra aventura atrasadora. Este dólar está haciendo el trabajo sucio en las cuentas externas. En forma gradual, lo que ya casi parece algo del ADN de Cambiemos, el rojo externo se va reduciendo. Claro que por el derrumbe de las importaciones más que por un boom exportador, que lleva su tiempo. Por eso el BCRA se siente cómodo con este dólar, al que intentará “conducirlo” por el centro de la ya inocua “banda de no intervención” hasta octubre.

 

Con información de: Dos Arroyos Casa de Cambio – Ámbito Financiero

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