En un emotivo concierto dentro del escenario natural más maravilloso del mundo, unos 700 niños en escena y el cantautor argentino de música electropop Maxi Trusso, cerraron estos 5 días de magia y música de la décima edición del Iguazú en Concierto.
A pura fiesta se vivió el concierto final, y con gran cantidad de público, ya que desde el mediodía más de 5 mil personas llegaron hasta el anfiteatro del Parque Nacional Iguazú buscando guardar sus lugares. Familias enteras y grupos de amigos trajeron sus sillas plegables o mantas, con sus mates y demás, y compartieron allí un espléndido y mágico atardecer, cargado con la energía de las Cataratas, las sinfonías de sus impactantes saltos y la mejor música ejecutada con 700 niños en escena.
El festival se desarrolló en cinco días donde Puerto Iguazú se convirtió en un verdadero escenario que cobijó a los mejores pequeños representantes del mundo de la música. Hubo conciertos individuales interpretados por orquestas, coros, solistas y bailarines que presentaron sus repertorios con entrada libre y gratuita. Y este sábado 22 se vivió un cierre inolvidable con cientos de niños de todos los continentes interpretando un concierto final magnífico, acompañado por agraciados bailarines.
El concierto final arrancó cerca de las 18.20 con un clásico de Juan Luis Guerra «La bilirrubina», le siguió «La vida es un carnaval», siempre con bailarines en el escenario. Luego se desplegó un programa que tuvo al público absorto durante más de dos horas.
Galopera con las arpas encarnacenas desató un ferviente aplauso del público presente, y la presencia de Maxi Trusso con los bailarines en el escenario provocó que algunas personas que estaban atrás se subieran a las árboles del Parque Nacional Iguazú, para poder apreciar el espectáculo en persona. Cabe destacar que para los que se encontraban atrás estaba dispuesta una pantalla gigante a fin de que no se pierdan los detalles.
En esta edición también se sumó el humor, ya que casi al final subió al escenario el humorista Hugo Varela e hizo participar al público, proponiendo que imiten sonidos de animales de la selva. Luego, en un clima de alegría, se continuó con el programa musical y para cerrar interpretaron el tema de Xuxa «Todo el mundo está feliz», tema que fue acompañado por un trencito que se fue por los pasillos e invitó al público presente a subir también al escenario.
Música, fiesta y magia
Al finalizar, la directora artística del festival, Andrea Merenzon, en diálogo con Misiones Online destacó que «aquí se vivió una fiesta y la magia de la música».
Además resaltó la participación del público, además de la fidelidad con el evento, ya que según dijo se encontró con personas que vienen hace 10 años al festival.
Merenzon agradeció el apoyo del gobierno provincial desde el inicio del festival y dijo que cumplieron la promesa que habían realizado de hacer una fiesta en esta décima edición por los 10 años. «Estamos todos muy felices con lo realizado» concluyó.
Por su parte, el presidente del Iturem, Leopoldo Lucas indicó que «Iguazú ha vivido una nueva edición de este mega evento, que es uno de los conciertos musicales más bellos del mundo y uno de los más convocantes también, porque cada año este festival convoca a unos 700 chicos de todo el mundo».
Con respecto al impacto turístico para la ciudad sostuvo «toda la semana estuvimos con un 80% deocupación y algunos hoteles completos, además del intenso movimiento que se generó en la ciudad también para el sector gastronómico y comercial».
Para finalizar dijo “estamos agradecidos por este maravilloso evento, que para el cierre convocó a más de 5 mil personas, un evento que es gran esfuerzo del gobierno de la provincia de Misiones, y que nos enorgullece en gran manera”.
Iguazú en Concierto
Cabe recordar que Iguazú en Concierto fue creado en 2009 en conmemoración del bicentenario de la Argentina con la idea de generar un encuentro de niños y jóvenes de todo el mundo haciendo música en el marco de una de las 7 maravillas naturales del mundo.
A lo largo de estas ediciones, el evento ha reunido a más de 7.000 niños de más de 20 países como Argentina, Brasil, México, Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Sudáfrica, China, Rusia, Australia, Singapur, Trinidad y Tobago, Corea, Israel, Indonesia, Zimbabue, Afganistán, entre tantos otros. Todos estos niños conviven durante una intensa semana de aprendizaje, música y amistad, en una experiencia que, dicho por ellos mismos, les cambia la vida para siempre.
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