De alguna manera, una osa negra se encerró dentro de una casa de Montana (Estados Unidos) y luego se acurrucó en un estante, que no era demasiado duro, pero tampoco blando. Ideal para una siesta.
Los oficiales que llegaron al lugar, explicaron que cuando abrieron la puerta del armario la osa lo único que hizo fue recibirlos con un bostezo. Los agentes abrieron todas las puertas y motivaron a que el animal salga del lugar por sus propios medios, sin embargo no se movió.
Tuvieron que llamar a los funcionarios del Departamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de Montana, quienes tranquilizaron al oso para que pudiera ser reubicado.
(TN)
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