La Plata: una mujer denunció que su amiga abusó de ella mientras dormía con su bebé

 

El drama de Ruth Pérez empezó el último fin de semana de febrero. Fue cuando la mujer en la que confiaba, su compañera de trabajo y amiga de toda la vida, abusó de ella. Sin embargo, lejos de ser ese el final de la historia fue el principio de un calvario que se extendió durante los últimos cuatro meses.

 

Según Ruth, en todo ese tiempo no hubo pedido de disculpas, ni siquiera un intento por calmar los ánimos. Por el contrario, la presunta abusadora se dedicó desde entonces a hostigar y amenazar a la víctima y a su madre. Incluso, trató de incendiarle la casa dos veces.

 

Recién hace una semana Ruth consiguió sobreponerse al trauma y judicializar su caso, así como también hacerlo público en busca de ayuda. De acuerdo a su relato, los hechos ocurrieron el 24 de febrero durante un asado familiar. Ella se retiró después de comer a una habitación para amamantar a su hijo de dos años y los dos se quedaron dormidos.

 

«Me desperté de golpe y la vi a ella arrodillada al lado de la cama abusando de mi», contó Ruth en diálogo con C5N. Le dio un empujón para alejarla hacia atrás pero todavía recuerda con horror su expresión. «Tenía perversidad en la cara, miraba al nene como diciendo ‘mirá lo que le hago a tu mamá'».

 

«Ya vamos para tu casa, de esto se va a enterar tu mamá y toda tu familia. Esto lo denuncio, no va a quedar acá. O te interna tu mamá en un psiquiátrico o te interno yo», manifestó que le dijo en ese momento a la acusada. Y trató de hacerlo, pero nada salió como esperaba.

 

La madre de la mujer no solo no le creyó sino que además empezó a amenazarla junto con ella desde entonces con desprestigiarla para que perdiera su trabajo. Tampoco encontró respuesta en el Colegio de Médicos de La Plata, del cual las dos implicadas son empleadas. «En lugar de protegerme quieren echarme para que no se viralice el hecho, me apartan como si tuviera lepra», le dijo al sitio 0221.

 

Las dos mujeres viven en la localidad platense de Villa Elvira, a solo una cuadra de distancia una de la otra. «Tengo que pasar por la puerta de su casa cada vez que voy a la mía», se lamentó Ruth, y añadió que tuvo que empezar también a ir al psiquiatra, «debido a las pesadillas y sueños recurrentes» que tiene después de lo que le pasó. La mujer dio curso a una acción penal representada por el abogado Darío Saldaño y llevó su caso al Gabinete de Delitos contra la Integridad Sexual de la DDI local.

 

Fuente: TN

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