Un misionero en la Cumbre Global de Discapacidad 2019

Por Lucas Kunaschik*

 

 

Tuve el privilegio de asistir a la Cumbre Global de Discapacidad, y digo privilegio porque somos más de 4 millones de personas con discapacidad en el país, por ello la responsabilidad de transmitir la información hace que los pasos posteriores a la Cumbre sean los más importantes.

Si les tengo que contar lo que sentí, no puedo encontrar las palabras adecuadas, pero voy a tratar de representarles las imágenes que ahora tengo en mi memoria: un personaje como “Rosita de Paraguay”, una joven con Síndrome de Down que saludaba a cada persona del colectivo que nos transportaba con besos y abrazos, curiosamente luego de su saludo ya nadie se sentía desconocido, logró traspasar la primer barrera que nos auto imponemos: el que nos conozcan como verdaderamente somos.

 

Otra imagen importante son los oradores con discapacidad de todo tipo, incluso las del habla, que necesitaban intérpretes de señas o incluso personas que fueran poniendo en palabras lo que escribían o señalaban. Esto me hizo pensar que no es necesario hablar bien o bonito, pronunciar correctamente las palabras o hablar como grandes filósofos o científicos para ser grandes oradores. Es necesario decir lo que pensamos y sentimos y que logremos generar en la otra persona un impacto positivo. Lograron traspasar la segunda barrera que nos autoimponemos: el creer que no somos suficientemente aptos para decir al mundo lo que queremos y lo que necesitamos.

 

Cuando presencie partidos de los distintos deportes adaptados, ping pong, tenis, básquet, futbol, softball o patín artístico, cuando me explicaron sobre canotaje, incluso buceo que me parecía algo imposible, cuando los vi bailando tango me di cuenta que podemos alcanzar las metas que nos proponemos. Lograron traspasar la tercera barrera que nos autoimponemos: el mito que las personas con discapacidad no pueden tener una vida plena y acorde a sus sueños.

En lo personal escuche a grandes oradores, promocione mi campaña de sensibilización Empatía Viral contra el bulling y la discriminación, participe de un programa en Radio Nacional, hice un video de reclamo sobre el bulling en Defensa del Consumidor, aprendí nuevas tecnologías en la Secretaria de Modernización, me emocioné con las historias de vida, me sentí identificado con “Ian”, un corto animado de Campanela, de la Fundación IAN; también inicié contacto con personas de varias provincias, recibí felicitaciones que también me emocionaron porque lo mío es muy poco en comparación con lo que hacen estas grandes fundaciones, pero me di cuenta que lo importante es hacer algo, convencer a una persona, luego a otra y a otra, hasta que todos sepamos ponernos en el lugar del otro.

 

Entendí a lo que se refieren cuando hablan de cambiar un modelo asistencialista por uno más inclusivo, con derechos y obligaciones educativas, laborales y sociales, cambiar pensiones por recibo de sueldo parece una utopía pero es a lo que avanza el mundo y no podemos quedarnos atrás.

 

También es real el reclamo sobre el ajuste que se hizo sentir, yo tengo suerte porque el medicamento que tomo es barato, porque mi provincia tiene el Centro de Rehabilitación del Ciego que es completamente gratuito y porque siempre pude tener una educación inclusiva, aún antes de la ley, pero muchos niños y sus familias han sido dejados de lado por el sistema y si a eso le agregamos la pobreza, las esperanzas de romper esas barreras que he mencionado realmente se evaporan.

 

Ayudemos todos, soy misionero no por vivir en Misiones, sino por tener la misión de ayudar a otros, a que nos vean, a que nos tengan en cuenta, a que nos respeten y dignifiquen con educación y puestos de trabajo genuinos. Va a llevar mucho tiempo, tal vez muchos no lo lleguen a disfrutar, pero ahora es el momento que unamos esfuerzos, los que estábamos en la Cumbre, los grupos de ONG que no participaron pero que tienen mucho para aportar, los que piensan diferente también, pero sin lugar para quienes sean violentos o usen a la discapacidad políticamente con los innumerables casos de pensiones truchas. Para que cuando se rectifique un error signifique que prevaleció la justicia social por sobre toda la burocracia.

 

Cada uno de nosotros tiene un rol, una misión, algunos representan a los discapacitados, otros toman las decisiones importantes, pero como dice la canción de Juan Carlos Baglietto… “Solo le pido a Dios, que la reseca muerte no me encuentre, vacío y solo sin haber hecho lo suficiente”.

¿Qué vas a hacer vos para ayudarnos?

 

 

Agradecimientos:

A todos los que hicieron posible mi participación: familia, organizadores, amigos, el trabajo de mi mamá que le permitió acompañarme, la profesora de la Universidad que me dio más plazo para presentar mi trabajo semanal, a todos los que de una u otra manera permitieron que viva todo esto.

 

 

(*) Estudiante de Posadas, Misiones, cursa la carrera de periodismo en la Universidad de la Cuenca del Plata

Tiene un diagnóstico de hipoplasia óptica bilateral y alteración de la línea media.

 

 

 

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