Una historia de superación: tiene parálisis cerebral, sufrió bullying y se recibió de médico a los 22 años

Una verdadera historia de superación que en las últimas horas se conoció en Rosario, Santa Fe, conmueve al país. Es la de Wenceslao Moreno, el joven de 22 años que a pesar de padecer parálisis cerebral logró recibirse de médico.

 

«Wenchy», como lo llama su círculo íntimo, no puede escribir porque se quedó sin oxígeno en el parto, lo que le provocó una dificultad en la motricidad fina. Aunque ese obstáculo no le impidió llevar adelante su vida con una actitud formidable. Después de someterse a cirugías, hizo artes marciales y decidió perseguir su gran sueño: ser médico.

 

«Viví siempre con la medicina, rodeado de neurólogos y kinesiólogos; y un día me propuse empezar a estudiar firme. Se hizo llevadero porque lo hice con amor y cariño», confió Moreno en una entrevista con el periodista Alberto Lotuf, según consigna Rosario3.

 

Y añadió: «Fue una etapa bastante dura, aunque hermosa. Le dedicaba al estudio ocho horas diarias. Cumplir un sueño es alucinante; las limitaciones solo están en la cabeza».

 

Como ya es costumbre en miles de personas que quieren compartir sus logros, Moreno publicó imágenes y agradecimientos en Facebook.

 

«Y llegó el día, ME RECIBI!!!!! todavía no puedo creerlo, no caigo, se cumplió un sueño con el que hace muchísimo soñaba, con el apoyo de mi familia, mis amigos y mi novia que siempre estuvieron alentandome en las buenas y en las malas, diciéndome que si se podía!! GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTUVIERON EN ESTE GRAN CAMINO!», escribió en la red social.

 

Wenceslao, además, señaló que fue víctima de bullying y que tuvo que convivir con diferentes prejuicios: «Hace poco me subí a un colectivo y me trataron como a un nene de 5 años. Yo me empecé a reir. Pensé ‘cuánto prejuicio hay a simple vista'».

 

Más allá de la preparación medicinal, a «Wenchy» lo apasionaron los deportes de contacto: «Taekwondo fue mi pilar, mi eje en todo. Mis entrenadores querían que saliera adelante. Me decían que las limitaciones estaban en mi cabeza, no en lo motriz. Pienso exactamente lo mismo», expresó.

 

Ahora, el joven profesional de la salud tiene otra meta: especializarse en pediatría y psiquiatría. «Las quiero hacer juntas», avisó.

 

Fuente: Los Andes

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