Se trata del montañista británico Robin Haynes Fisher, de 44 años. En sus redes sociales, había publicado un video y un texto explicando los peligros por el exceso de personas en el lugar.
La crónica de una muerte anunciada. El montañista británico Haynes Fisher, de 44 años, fue una de las diez personas que murieron durante el gran congestionamiento en el ascenso del Monte Everest. En su última publicación de Instagram, el hombre había advertido sobre los peligros que generaba esa situación en el monte más alto del mundo.
Antes de morir, Fisher compartió una imagen y un video en la red social, en donde se mostró intentando superar una de las zonas más peligrosas para hacer cumbre.
«He escalado al campamento N°3 a 7500 metros, pero la corriente que había cerca de la cima hizo que volviera a descender al campamento base después de dos días. Cerca de 100 escaladores lo intentaron en esos dos días, con la trágica muerte de dos personas: un hombre indio fue encontrado muerto en su tienda de campaña en el campamento 4 y un irlandés desaparecido, presumiblemente caído, en el descenso», comenzó a explicar en su publicación.
En su bitácora de viaje, detalló que cerca de 700 personas estaban planeando subir hasta la cima el mismo día. A su vez, aclaró que su estado de salud estaba delicado. «Mi tos volvió, así que no puedo esperar mucho tiempo arriba a que se abra una ventana en el clima, sin riesgo a deteriorarme físicamente«, agregó.
Con respecto a la gran cantidad de personas que estaban en la montaña, Fisher pronosticó que podrían generar una tragedia. «Los retrasos en la única subida debido al hacinamiento de gente podrían ser fatales. Así que espero que mi decisión del día 25 suponga que haya menos gente. A menos que todo el mundo tenga la misma táctica», anunció.
Sin embargo, estas fueron sus últimas palabras. Poco después, a 8600 metros de altura, murió por las condiciones extremas y se convirtió en una de las diez víctimas fatales de los últimos días.
Babu Sherpa, el director de la empresa de expediciones Peak Promotion, dijo que el hacinamiento había congestionado la ruta desde el campamento 4 hasta la cima. «Todos intentaban escalar a la vez», afirmó.
Cientos de escaladores van al Monte Everest y otros picos del Himalaya durante la temporada de escalada de primavera. El año pasado murieron en ese trayecto cinco personas.
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