Apogeo y derrumbe de Nokia: la historia de un líder mundial que se esfumó por perseverar en una mala decisión

Quien tenga más de treinta años muy probablemente habrá sido orgulloso dueño de un teléfono Nokia alguna vez. La empresa finlandesa llegó a dominar el mercado a tal punto que la mitad de los equipos que se vendían en el mundo eran de esa marca. Durante 14 años lideró las ventas a nivel mundial, pero una apuesta por una tecnología perdedora la sacó del mercado con una velocidad que asombra a todos los analistas.

 

Hoy el mundo recuerda a Nokia como una empresa que en algún momento fabricaba los celulares que todos querían tener, pero por alguna razón sus equipos terminaron desapareciendo del mercado prácticamente de un día para el otro. La historia de la empresa se remonta a tiempos muy anteriores al desarrollo de la telefonía móvil, nació en 1865 en Finlandia, cuando ese país todavía era parte del Imperio Ruso y fabricaba prácticamente de todo, desde bicicletas a ruedas y zapatos.

 

En los años 60 se volcó a las telecomunicaciones, rubro en el que fue pionera especialmente en la fabricación de teléfonos por radiofrecuencia que tenían uso militar y en servicios de emergencia. En los 80 innovó con teléfonos para automóviles, como el que tenía el investigador de Miami Vice, Sonny Crockett en su icónica Ferrari Testarrosa blanca y en 1987 con su primer móvil para uso personal, el Mobira Cityman que fue rápidamente adoptado por líderes de la época como el ruso Maijail Gorbachov, que no se despegaba del suyo.

 

En 1992 Nokia toma la decisión que la convirtió en una de las empresas de más rápido ascenso de la historia cuando dejó todos sus otros negocios de lado para concentrarse exclusivamente en la fabricación de teléfonos celulares. En 1998 logró destronar a la primera líder que tuvo ese sector, la italiana Movicom, marca que hasta entonces se usaba en Argentina como sinónimo de teléfono móvil.

 

Una seguidilla de aciertos como la adopción de la tecnología 3G o el desarrollo de equipos que interpretaron fielmente las necesidades del usuario, como el mítico 1100 que con más de 225 millones de unidades vendidas sigue siendo hoy el teléfono más vendido de la historia.

 

El liderazgo de Nokia se extendió hasta 2012, cuando fue superada en ventas por la coreana Samsung, para prácticamente desaparecer del mercado dos solo dos años después.

 

¿Cuál fue el motivo de tan rápido descenso? El inicio del ocaso de este otrora gigante de la telefonía coincide con el lanzamiento al mercado del sistema operativo Android y se relaciona directamente con este software desarrollado por Google o mejor dicho, con la reticencia de Nokia a adoptar una tecnología que todos los demás veían como la que tenía más chances de imponerse.

 

La solución a esa mala decisión fue peor que el error en sí mismo y terminó enterrando a la compañía. Tras no elegir Android como base a sus smartphones y ante la evidencia de que esa opción no estaba dando buenos resultados, los ejecutivos de Nokia se enfrentaron ante la disyuntiva de adoptar una estrategia conservadora de reducir pérdidas y reparar su error inicial adoptando tardíamente a Android o redoblar la apuesta con alguna solución creativa que los redima del siempre difícil tránsito de reconocer un error y volver atrás.

 

Eligieron lo segundo y buscaron un socio, lo encontraron en Microsoft que por entonces quería hacer pie en los sistemas operativos de dispositivos móviles. Entonces todos los equipos de Nokia migraron desde su sistema operativo Symbian OS a Microsoft Mobile a cambio de una generosa suma de dinero aportada por el gigante de Silicon Valley. Fue como apagar un incendio con nafta de aviación.

 

El acuerdo con Microsoft garantizó ingresos a corto plazo, pero terminó de definir la suerte de la empresa finlandesa. La apuesta por una tecnología perdedora, que apenas hoy representa el 0,6% del mercado, hizo que Nokia pasara de ser la empresa clave en el desarrollo de la tecnología móvil, hasta la irrelevancia. Sus competidores como Samsung fueron mucho más prudentes. Lanzaron teléfonos móviles con Android y con Microsoft Mobile y dejaron que el mercado eligiera un ganador. Nokia apostó todo a un solo número y perdió.

 

Esa opción de Nokia por Microsoft es señalada hoy como una de las peores decisiones de la historia empresarial de nuestros días.

 

JRC EP

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas