La madre de Lucía Pérez pedirá el jury para el tribunal que absolvió a los acusados del femicidio ocurrido en 2016

Para Marta Montero, los tres jueces son responsables de otros fallos polémicos en Mar del Plata, entre ellos el de absolución en un caso de abusos sexuales en un colegio católico. El caso de Lucía, de 16 años cuyo caso generó el primer paro nacional por los derechos de las mujeres en 2016, y marchas masivas de repudio cuando se conoció la decisión del tribunal.

 

 

 

Marta Montero, la madre de Lucía Pérez, la chica asesinada en Mar del Plata, pedirá un jury contra los integrantes del tribunal marplatense que juzgaron a los acusados de la muerte de su hija. Se trata de  los integrantes del Tribunal Oral Criminal N° 1,  los jueces Aldo Carnevale, Pablo Viñas y Juan Facundo Gómez Urso, que en una sentencia de 75 páginas examinaron la vida de la víctima y concluyeron que no se trató de un femicidio.

 

 

Los magistrados resolvieron en el marco de un juicio oral y público absolver por unanimidad a los tres imputados por el abuso sexual y femicidio de Lucía ocurrido el 8 de octubre de 2016. Solo dos de los imputados fueron condenados por el Tribunal por delitos vinculados a la Ley 23.737 de tenencia y tráfico de estupefacientes. Matías Farías (25) y Pablo Offidani (43) recibieron penas de ocho años de prisión y multa de 135 mil pesos. El tercer hombre sentado en el banquillo por encubrimiento, Alejandro Maciel (61), quedó libre.

 

Carnevale, Viñas y Gómez utilizaron argumentos que van desde asegurar que Lucía, que tenía 16 años cuando fue asesinada, no podría haber tenido relaciones sexuales sin consentimiento por su carácter fuerte y su experiencia; hasta analizar el consumo de drogas por parte de la adolescente y calificarlo de lejano a la desesperante situación de someterse sexualmente para conseguir estupefacientes. La sentencia abunda en estereotipos sexistas y argumentos cuestionables y superficiales.

 

 

El hecho de que el acusado, Matías Farías, haya comprado una merienda para tomar con la joven y que haya llevado a Lucía a recibir atención médica  es tomado como factor desincriminante.

 

La furia de una madre Cuando habla del fallo que dejó sin castigo a quienes participaron en el femicidio de su hija, Marta se enfurece: «Releer la argumentación de los jueces es indignante. No se puede creer que tres personas adultas que están para impartir justicia puedan pensar de esa manera. Que desmenucen los mensajes de mi hija, que deduzcan que estaba empoderada para tener sexo con quien quisiera, con hombres mayores. Tenía 16 años».

 

Sobre la cuestión de la merienda, la compra de facturas y leche chocolatada, elemento que el tribunal toma como factor que demuestra que Farías no tenía intención de matar a Lucía, Marta alega: «No se fijan que esas facturas las comió con la mujer que le alquilaba la casa, al día siguiente. Lo declaró ella misma. Mi hija, lo dijo la autopsia, tenía el estómago vacío. Es toda una monstruosidad, una cosa perversa. Además, si las hubiese comido, ¿qué tiene que ver con la sentencia?», protesta.

 

 

La idea de solicitar un jury para los tres jueces integrantes del tribunal surgió como recurso para detener lo que para Marta es el reino de la injusticia en su ciudad. «No podemos permitir que pase más, y sabemos que si nos cruzamos de brazos va a seguir pasando. Este tribunal no participó solamente en nuestro caso. Hay otros en los que actuó con la misma dinámica», asegura.

 

Marta cita uno de esos casos, el de Yesica Parra, una bailarina que iba con su pareja en una moto y que murió cuando fue arrollada por una camioneta conducida por Julián Materia, hijo de un empresario conocido. El muchacho conservó su licencia y atropelló a otra mujer tiempo después. Luego de que el acusado intentara conseguir una probation, las idas y vueltas judiciales terminaron con que uno de los jueces del tribunal que sobreseyó a los acusados en el juicio de Lucía le comunicó que la acción penal de Materia estaba extinguida por el tiempo transcurrido desde el hecho.

 

Otro de los casos es el de las denuncias por abusos sexuales en el colegio Antonio María Gianelli. El tribunal que intervino en femicidio de Lucía fue quien absolvió a la docente Analía Schwarz. Sin embargo, la Suprema Corte y el Tribunal de Casación Penal hicieron lugar a la solicitud de los particulares damnificados, que pidieron que se reviera la sentencia del TOC N°1. Se logró que se haga un nuevo juicio. «Hubo que pelearla, porque había ahí dinero, prestigio y estaba la Iglesia. Hay nueve casos que van a ser juzgados nuevamente, aunque todavía no hay fecha», sostiene.

 

En el juicio a Federico Sasso, acusado de atropellar y matar a una chica de 14 años, a pesar de haber violado una treintena de veces el beneficio de la prisión domiciliaria, el tribunal que lo condenó a seis años decidió que podía continuar gozando del beneficio.

 

«Es el mismo tribunal, los mismos jueces «, destaca Marta, que se resiste a pensar que los responsables del crimen de su hija quedarán sin castigo.

 

Cuando se hizo público el fallo del juicio por la muerte de Lucía, la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA le envió a la Misión Argentina una carta para la Corte Suprema. «Para este Comité, los criterios que han sido utilizados en esta sentencia construyen en la sociedad un mensaje de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y reflejan claros estereotipos de género utilizados para decidir el caso. Recordándoles a los jueces integrantes de la Corte el compromiso de la Argentina a respetar lo establecido en la Convención, insta a la institución que Ud. tan dignamente preside a rectificar esta decisión y a tomar todas las medidas necesarias para proporcionar un efectivo acceso a la justicia para los familiares de Lucía Pérez y se pone a disposición para cualquier apoyo técnico que la Corte pueda requerir», comunicaron.

 

«Por todas las Lucías, Melinas, Aracelis, Natalias por todas las pibas muertas, vamos a presentar mañana el pedido de jury. Lo va a hacer la diputada Victoria Donda, pero también otros legisladores que firmaron», anticipa Marta.

 

 

En cada una de sus intervenciones Marta señala la gravedad del problema de la venta de droga en su ciudad. De hecho, el femicidio de Lucía tuvo lugar cuando fue a encontrarse con un «dealer». «Ahora está un poco mejor, pero hubo un momento en que era más fácil conseguir una línea de cocaína que cargar la tarjeta para el colectivo. Vendían droga en los colegios. A Lucía la fueron a buscar allá. Hubo un estado ausente, el estado no la cuidó. Que no se haga el distraído «, acusa.

 

La vida de la familia, aunque dolorida, sigue adelante. «Matías – el hermano de Lucía- trabaja y estudia. Le prestamos atención porque sabemos que aunque luchemos por ella, el está ahí, y necesita nuestra presencia y apoyo . El hecho de que se levante y camine no quiere decir que esté bien. No quiere hablar del tema, porque le hace muy mal», admite Marta.

 

A la mamá de Lucía la sostiene y respalda el apoyo de numerosos grupos de mujeres, como Actrices Argentinas y Periodistas Argentinas. Una amiga de Lucía, «que la amaba con toda el alma» está siempre con ella cuando la necesita y la acompaña. Las familias de varias de las chicas asesinadas cuyos casos quedaron impunes también están apoyándola.

 

FUENTE TN

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