Docentes de la comunidad Katupyry Poty buscan estrategias para que alumnos que terminen el secundario puedan continuar en el nivel terciario o universitario

La semana pasada el vicegobernador y candidato a gobernador por la Renovación, Oscar Herrera Ahuad, recorrió las obras de la Escuela Bilingüe de la aldea Katupyry Poty, su directora Nilda Medina, dijo que el desafío ahora es que los que terminen el secundario puedan continuar una carrera terciaria o universitaria. Tuvieron una primera promoción (que inició el secundario en el 2013), pero ninguno continuó alguna carrera.

 

La escuelita está ubicada en el corazón de la comunidad Katupyry, a unos 50 metros de la ruta provincial 210 y a 12 kilómetros de pueblo de San Ignacio. Fue fundada por el padre José Mart, en el año 1995 por un pedido de las familias de esta comunidad.

 

El establecimiento cuenta con 52 alumnos, funciona todos los días en el turno mañana, tiene un nivel inicial, un primer ciclo que trabaja como grado acoplado y un segundo ciclo. En cada uno de los salones los docentes se desenvuelven con un auxiliar docente indígena que trabaja como pareja pedagógica.

 

Consultada sobre los contenidos, indicó que se trabaja la parte pedagógica común, que tienen todas las escuelas, además de la parte cultural que se trabaja con la familia, el cacique y el auxiliar indígena.

Sobre cómo suele ser el desarrollo educativo una vez que terminan la escuela, indicó que muchos alumnos son padres de familia y envían sus hijos a esa escuela. “La mayoría de los ex alumnos estudian  en la ruta 6, y el intendente les facilita movilidad”, contó. “Vimos que su aspiración fue cubierta con la tarea de desenvolverse como auxiliar indígena pero nuestro impulso es que se reciban a nivel terciario y universitario. Desde esta comunidad no tenemos antecedentes que se hayan recibido a ese nivel pero estamos acompañándolos para que continúen”, sostuvo.

 

Por otra parte, la docente marcó que la distancia y el lugar donde está ubicada la escuela, generan a veces dificultades, principalmente los días de lluvia. Es que uno de los tres puentes que no fueron levantados, a veces no permite cruzar por la crecida del arroyo. Otras de las dificultades es cuando se enferman los chicos y no asisten a la escuela, deben mandar la tarea por una madre que oficia de colaboradora.

APF

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