Apóstoles: el crisol de culturas que trabajó la tierra donde hoy se asienta toda una industria nacional

Es una de las grandes productoras y donde se establecen importantes centros industriales de yerba mate tanto de Misiones como del país, de ahí su referencia como la “Capital Nacional de la Yerba Mate”. Fue este el punto geográfico en el que se inició el proceso colonizador de Misiones con el asentamiento del primer núcleo de inmigrantes, quienes se dedicaron a la agricultura y principalmente a la producción de la yerba, una de las economías regionales más emblemáticas de Argentina.

 

Entre los siglos XVIII y XIX, inmigrantes europeos llegaron hasta nuestro país en busca de la paz y el trabajo que no lograban encontrar en sus tierras natales. Así fue como estos grupos de colonos alemanes, ucranianos y polacos se establecieron en la Colonia de Apóstoles y el noroeste de la provincia de Corrientes, haciendo germinar consigo sus huellas y costumbres, sus platos típicos y las historias de cada familia.

 

Fachada primitiva de la iglesia San Pedro y San Pablo en Apóstoles e inmigrantes llegados en 1897 con sus trajes tradicionales traídos desde Galitzia.

 

El Gobierno Nacional de ese entonces había iniciado un programa de colonización organizada: en 1897, 14 familias provenientes principalmente de Ucrania y Polonia se asentaron en la zona con planes de desarrollo agrícola sobre una superficie de entre 25 y 50 hectáreas para cada una de ellas. Años después, un informe de la Dirección General de Tierras y Colonias de Misiones aseguraba que la Colonia Apóstoles contaba ya con 2.662 habitantes de los cuales se desprendían: 470 familias austrohúngaras, 25 argentinas, 16 brasileñas, 15 rusas, 9 italianas, 2 alemanas, 1 francesa y 1 paraguaya. Desde ese momento la localidad progresó hasta convertirse en el núcleo urbano más significativo del sureste misionero.

 

Monumento a los Primeros Colonos.

 

Carro Polaco. Monumento alegórico.

 

Placa conmemorativa del monumento.

 

El oro verde que impulsó aquellos proyectos de vida

 

La yerba mate es un cultivo único en el mundo que posee propiedades energéticas, lo que la convierte en una fuente de “energía natural”. Las primeras plantaciones en Misiones se lograron más precisamente en la localidad de San Ignacio, donde los jesuitas comenzaron con una actividad que se extiende hasta nuestros días y a todas las zonas de la provincia. En 1926 la Dirección Nacional de Tierras estableció la obligatoriedad de plantar yerba mate sobre importantes porcentajes de las superficies de los lotes que fueron entregados para el cultivo, lo que le dio impulso a la actividad.

 

Plantaciones pertenecientes al Sr. Benjamín Andrusyzyn. Apóstoles, Misiones.

 

Los productores de la época estaban incentivados por las grandes retribuciones obtenidas y a partir de entonces hubo interés en mejorar los rendimientos, lo cual podía alcanzarse atendiendo prácticas culturales fundamentales como el manejo del cultivo, tratamiento del suelo, el uso de agroquímicos y el freno a las plagas y enfermedades.

 

El progreso hasta nuestros tiempos da cuenta de importantes y significativos cambios: entre los años 2009-2010, según datos censales, el Departamento de Apóstoles cultivó alrededor de 16.300 hectáreas en las que se obtuvieron 66.830 toneladas de hoja verde en ese período. Actualmente en esa región funcionan varias empresas yerbateras tales como: Rosamonte – Hreñuk SAEstablecimiento Don Lucas – Oscar H. HolowatyEstablecimiento La Cachuera – Yerba Mate AmandaYerba Mate RomanceBrazo LargoSol y Lluvia y el Establecimiento Semeguén, entre las más destacadas.

 

Sobre la zona apostoleña y sus áreas de influencia, son los yerbatales y secaderos los que constituyen el principal atractivo turístico que fue históricamente impulsado por un verdadero crisol de razas. Hoy las franjas de producción de la yerba mate comprenden a las provincias de Misiones y Corrientes donde la temperatura, la humedad y la composición del suelo tienen las condiciones ideales para el cultivo de esta planta.

 

En lo que a la yerba mate respecta también hay importantes detalles a conocer: se trata de una planta de sabor único y notorias cualidades. Lleva el nombre de “Ilex paraguariensis” y es originaria de Sudamérica, esencialmente nativa del bosque subtropical. Es un árbol erecto que llega a alcanzar entre los 12 y 16 metros en estado silvestre – una altura muy superior a la que tienen las plantas de los cultivos -, tiene además una copa redondeada y hojas gruesas de color verde oscuro con un inigualable aroma.

 

La infusión que proviene de las hojas de estos árboles se utilizó, en un principio, con fines religiosos por los aborígenes, así como también fue ratificada como bondadosa para la salud por los Padres Jesuitas y reconocida como una bebida estimulante de la actividad física e intelectual. Sus hojas disecadas, desmenuzadas y apenas tostadas, combinadas – o no – con pequeños pedacitos de ramas secas, dan como resultado nuestra yerba mate, aunque los pasos a seguir hasta que abrimos el paquete llevan toda una cuidadosa planificación.

 

¿Cómo se produce la yerba mate?

 

Antes de llegar a los hogares, se requiere de un largo proceso que involucra a miles de familias que participan en toda la cadena de producción y elaboración de la yerba mate tal y como la conocemos. La zona productora abarca unas 200 mil hectáreas distribuidas entre las provincias de Misiones y Corrientes. Allí la cosecha más importante se extiende entre los meses de abril y septiembre cuando los tareferos realizan la poda de las ramas productivas y las acondicionan para su traslado a los establecimientos de secansa. Algunos productores también practican una cosecha de verano, que se extiende de diciembre a marzo, en la que se colectan menores volúmenes de hoja.

 

Tareferos preparando la yerba para ser trasladada a los establecimientos de secansa. Apóstoles, Misiones.

 

Todo se inicia en los viveros donde se realiza la multiplicación de los plantines originados de las semillas y de las plantas madres, cuidadosamente seleccionadas. Una vez que los plantines alcanzan la edad de 9 a 12 meses, son trasladados al campo donde son plantados por los productores luego de haber efectuado sobre el suelo los tratamientos adecuados. Una vez en campo y protegidos de la acción directa del sol con pequeños “ponchillos”, los plantines crecen hasta alcanzar la edad aproximada de 4 años. Es en este tiempo cuando ya están preparados para las primeras podas o recortes.

 

Plantines de yerba mate recién trasladados al campo.

 

Una vez en los secaderos se comienza con el sapecado: este procedimiento consiste en someter por algunos segundos a la hoja verde y a las ramas finas a la acción del fuego directo. De esta forma se evita la oxidación de las hojas, lo cual permite que el producto mantenga su color característico y que también conserve sus propiedades.  Luego viene el secado que consiste en aplicar calor sobre el producto entre moderado e intenso por un periodo variable que puede extenderse hasta las 20 horas. Al terminar el secado, se realiza un triturado grueso y se obtiene a la materia prima pre-elaborada y que recibe el nombre de “yerba mate canchada” o mejor conocida como la yerba para el tereré.

 

Para obtener un kilo de yerba canchada se requieren aproximadamente 3 kilos de hoja verde. Cuando se obtiene esta yerba, es trasladada a depósitos donde se realiza el estacionamiento – otro paso fundamental – por un periodo de hasta dos años. Luego de controles rutinarios y una vez que la yerba haya evolucionado tanto en aroma como en aspecto, color y sabor se da comienzo a la etapa final.

 

Se trata de la molienda y el estampillado: dentro del proceso de molienda, los diferentes establecimientos yerbateros efectúan las mezclas que le darán a sus respectivas marcas los blends característicos o detalles de cada una. Como paso final, en cada línea de envasado, se aplican las estampillas correspondientes a cada paquete y de esa forma ya están listos para ser transportados y comercializados.

 

En todo el proceso la materia prima se transforma en base a solo tres factores: calor, tiempo y molienda. Esta es la manera en que se logran afianzar todavía más las virtudes de nuestra yerba mate para que siempre se trate de un producto sano, natural y genuino.

 

A.B.V.

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