Desde este 20 de mayo entrarán en vigor las nuevas definiciones de cuatro unidades de medidas, entre ellos, el kilogramo. ¿Será necesario calibrar nuestras balanzas?. ¿Afectará nuestra vida cotidiana?.
Este 20 de mayo se implementará la nueva definición del kilogramo, el kelvin, el ampere y el mol, tal como se acordó en noviembre del año pasado durante la Conferencia General de Pesos y Medidas que tuvo lugar en Francia.
El problema es que el «prototipo internacional» del kilogramo no pesa siempre lo mismo. Incluso a pesar de estar resguardado dentro de las tres campanas de cristal, se llena de polvo y se ensucia, y es afectado por atmósfera también. A veces realmente necesita un buen lavado.
Este cambio no será significativo no afectará la vida cotidiana porque la variación del peso del kilogramo va a ser de va a ser de 0,00000001 y en las demás mediciones será similar.
«En la vida cotidiana, cuando compremos por ejemplo un kilo de pan, no nos impactará porque esas mediciones tienen un error del 1% porque el cambio está en el microgramo. El cambio es imperceptible cuando se trata del uso cotidiano de la medida de kilo, pero sí afectará las mediciones de la ciencia y en la tecnología» sostuvo Héctor Laiz, gerente de Metrología y Calidad del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina
«El mayor cambio probablemente lo sentirán los fabricantes de instrumentos científicos, que deberán adaptar sus productos a las nuevas mediciones, también será clave para alcanzar mejores predicciones sobre el cambio climático, porque se podrán realizar mediciones más precisas para monitorear pequeñas variaciones en la temperatura», agregó.
Fuente El Comercio
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