Día de la Familia: ¿Qué dice la psicología sobre la fortaleza de los lazos familiares y los nuevos vínculos?

Para conocer las realidades y las problemáticas actuales en torno a la unión familiar, Misiones Online, consultó a dos psicólogas de Posadas, especialistas en el área.

 

Nuevas configuraciones, la fortaleza de los vínculos por sobre el tipo de composición, disrupciones entre los miembros como resultado de políticas de Estado, mitos, valores, familias ensambladas, comunicación, respeto, son algunos de los ejes para el análisis que sobresalen en esta nota.

 

Al momento de caracterizar los cambios generados en los últimos años sobre la idea de familia, que hoy por hoy se trabaja desde el concepto de «Familias diversas», entendiendo que ningún grupo familiar es igual a otro, la psicóloga Leticia Fontana explicó que:

 

“Las familias a lo largo de los años fueron cambiando su configuración. Además de las familias tradicionalmente compuestas por una mamá, un papá y dos hijos, encontramos familias monoparentales, una mamá o un papá conviviendo con los hijos, familias divorciadas, viudas. Familias con parejas homosexuales. Familias adoptivas. Familias ensambladas, donde ambos miembros de la pareja tienen uno o dos hijos de uniones anteriores. Incluso podemos pensar más allá de los roles tradicionales y ver familias donde la función paterna la cumplen abuelos, tíos, hermanos, etc. Es decir, que las configuraciones pueden ser diversas y múltiples”.

 

En este sentido, explicó que debemos preguntarnos si esas configuraciones afectan de algún modo el bienestar de sus miembros, asegurando que: “Lo que garantiza el éxito tiene que ver con la calidad de sus vínculos más que con su composición”.

 

A este análisis, se le suman otros factores como el contexto social donde está inserta la familia, la coyuntura política, el Estado, la comunidad, el acceso a la salud, a la educación y la igualdad de oportunidades para dichos miembros. De esta manera, los cambios familiares irán de la mano con los cambios sociales y culturales.

 

Por su parte, la licenciada en Psicología Silvana Domínguez, consideró: “Hablar de familia nos remite a la existencia de un “ideal”, tal es así que pueden surgir diversas inquietudes, como ser: ¿La familia ha sido igual a lo largo de la historia? ¿Necesitamos un concepto universal o acotado de familia para trabajar?, pero plantearlo como una deconstrucción quizás tenga que ver con la necesidad, conveniencia o no de llegar a una definición universal de familia. Aunque, tal vez a lo contrario, lleguemos a la conclusión de que las familias como grupos sociales, están relacionadas con los momentos y las características de cada contexto social”.

 

Y agregó: “En la Argentina somos un crisol de razas, cuando se habla de familia nos estaremos refiriendo a diferentes estructuras, mitos, valores y formas de concretizarlas, la cual también dependerá de sus historias ancestrales familiares”.

 

Algunas de las consultas habituales

 

De la mano con el contexto socioeconómico nacional y provincial, Leticia Fontana dio a conocer cuáles son los problemas más habituales que llegan en busca de soluciones a su puerta: “Las familias han debido atravesar y atraviesan en nuestro país crisis sociales y económicas, desigualdad, inestabilidad laboral, distintos tipos de violencias y transitan lógicas actuales que refuerzan el individualismo, el consumismo, el exitismo, pérdida de referentes, etc. En esa compleja realidad las familias se abren paso para seguir cumpliendo sus objetivos, acompañar la estabilidad emocional y lograr el desarrollo personal de sus miembros”.

 

“Los diferentes motivos de consulta que recibimos en el consultorio dan cuenta de estos procesos y cambios sociales, que muchas veces no van al mismo ritmo que las familias y por eso llegan a nosotros para pedir ayuda. Las familias atraviesan ciclos vitales o también denominadas crisis vitales que son fases biológicas, psicológicas y sociales”.

 

De esta manera puntualizó: “Consultan por divorcios, enfermedades crónicas, adicciones, violencias, depresión, denuncias y procesos judiciales”.

 

Y consideró que todas esas problemáticas cambian la estructura de la familia: “Lo que antes funcionaba ahora ya no. El supuesto modelo ideal familiar rigidiza el cambio y la familia no logra organizarse en la nueva configuración”.

 

Por su parte, Silvana Domínguez, reveló que en su caso debe ocuparse de consultas que: “Suelen variar según el tipo de relación que tenga la familia. Transcurren desde la falta de comunicación entre sus miembros, hasta problemáticas que tienen que ver con alguno de los integrantes por alguna patología. Por ejemplo, en familias con hijos adolescentes la consulta suele referirse a la misma etapa por la que está atravesando el/la joven y la “brecha generacional” que se produce entre padres e hijos”.

 

Familias ensambladas: nuevas parejas y hermanos políticos que conviven entre sí 

 

¿Es posible una sana convivencia dentro de las familias ensambladas?. Ante esta pregunta, Silvana Domínguez reflexionó: “Las familias ensambladas generalmente se originan por una pareja que rehízo su vida después de divorciarse, separarse o enviudar. En ella aparecen los “astros” (hermanastros, hijastros, etc) y los “ex” (ex suegra/o, ex esposa/o, etc). En ella, es posible una sana convivencia a través del respeto, acuerdos, buena comunicación y aceptación”.

 

“Entrar a formar parte de una familia mixta es toda una aventura donde la armonía no está garantizada automáticamente. Pero, acaso… ¿En qué familia lo está? Es esencial que haya amor y que, además, no se deje nunca de alimentarlo; sólo de este modo el calor del hogar alcanzará para “los tuyos”, “los míos” y “los nuestros”.

 

¿Cuáles son las dinámicas familiares que favorecen al intercambio sano entre los vínculos?  

La licenciada en Psicología Leticia Fontana, sugirió:

Ayudar a las familias a encontrarse en una nueva organización después de haber sufrido algún cambio.

Traspasar las discusiones sobre los modelos ideales de familia (el tradicional).

El afecto, el respeto a lo diverso, la autonomía de sus miembros, el desarrollo personal, que no propicien la violencia en mujeres, niños, niñas y adolescentes.

Para finalizar, Silvana Domínguez consideró necesario:

La interdependencia, comunicación y afectividad que se da entre los adultos que la forman.

La relación de vínculo afectivo estable entre quién cuida y educa y quién es cuidado y educado.

Recordar que la relación está basada en un compromiso personal entre los padres entre sí y de los padres con los hijos.

 

 

AVD

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