Una nena de 10 años fue brutalmente mordida por una compañera de clase

 

Lillian Waldron tiene 10 años y sufre de un retraso mental que le impide comunicarse con normalidad. La menor fue víctima de un ataque la última semana dentro del autobús escolar y resultó ferozmente mordida por una compañera, pero debido a su problema no pudo decir una palabra.

 

La chica padece contusiones en su brazo y hombro después de que otra niña la mordiera más de nueve veces cuando regresaban desde la escuela a la casa de los jóvenes en Wisconsin, EE.UU.

 

Su madre, Lynn Waldron-Moehle, reveló que Lillian tiene un retraso en su desarrollo mental y por ello no puede hablar. Además,  tiene los modales de una niña de dos años.

 

La pregunta inicial surgió respecto de cómo el conductor del vehículo no notó que la niña estaba siendo agredida, principalmente porque estaba sentada justo detrás suyo y no hizo nada para impedirlo.

 

“Ella no puede decirles que se detengan. Ella no pudo escapar. Viaja sujetada por arnés de cinco puntos en un asiento de seguridad”, relató la madre de la menor y con impotencia agregó: “Solo le quedaba sentarse allí y aguantar”.

 

Lillian llegó a su casa llorando y sosteniendo su brazo después de bajarse del autobús. Su madre no logró darse cuenta de lo que había ocurrido hasta que le preparó un baño de agua caliente y al quitarle la remera notó las marcas en uno de sus brazos.

 

“Parecía que se había mordido a sí misma, así que no pensé en nada. Estaba muy agitada y no se estaba calmando, así que creí que un buen baño caliente la ayudaría”, relató Lynn antes de descubrir la agresión sobre su hija.

 

“Más de 9 mordidas, todo el brazo magullado cubriendo desde su parte superior hasta el hombro. Ella estaba llorando y sosteniendo su brazo todavía”, relató la mamá de Lillian.

 

Lillian llegó a su casa llorando y sosteniendo su brazo después de bajarse del autobús. Su madre no logró darse cuenta de lo que había ocurrido hasta que le preparó un baño de agua caliente y al quitarle la remera notó las marcas en uno de sus brazos.

 

“Parecía que se había mordido a sí misma, así que no pensé en nada. Estaba muy agitada y no se estaba calmando, así que creí que un buen baño caliente la ayudaría”, relató Lynn antes de descubrir la agresión sobre su hija.

 

“Más de 9 mordidas, todo el brazo magullado cubriendo desde su parte superior hasta el hombro. Ella estaba llorando y sosteniendo su brazo todavía”, relató la mamá de Lillian.

 

 

Fuente: Radio Mitre

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