Circulación en la Argentina: faltan billetes de mil pesos en la calle y en cambio, abundan los de cien

Los billetes que llevan la imagen de Evita, Julio A. Roca o una taruca siguen siendo los que más circulan. En unidades, representan más el 54% del total. 

Usar dinero en efectivo en tiempos de alta inflación siempre trae problemas. Para los consumidores, porque en una economía aun poco bancarizada deben cargar cada vez con más billetes para hacer compras o pagar servicios; y también para los bancos, que tiene que pagan más por trasladar o atesorar más cantidad de dinero.

Con todo, los billetes de $1.000, los de más alta denominación, aun se ven poco en la calle. Según fuentes del mercado financiero, los bancos prefieren conservarlos porque demandan menos espacio para su atesoramiento. Aunque desde el Banco Central advierten que su circulación viene en aumento.

Según los datos de la entidad monetaria, los billetes de $100 siguen siendo los que más circulan: son el 54% del total en unidades. ¿En cifras? Hay actualmente cerca de 3.000 millones de estos papeles, por un valor de $219.892.456.400. En pesos, la participación es de 35,52%.

En tanto, los de $1.000 representan el 2,29% del total, con unos 123 millones de unidades por un valor de poco más de $123.464 millones. En pesos, la participación es de 15% del total.

«Los billetes de $1.000 y de $500 son pocos en función de lo que hubiese sido ideal para un mercado con inflación. Los billetes de $1.000 los conservan los bancos que tienen una capacidad limitada en sus bóvedas. Tienen que optimizar su espacio porque si no los guardan ellos, tienen que contratar un servicio de transportadoras de caudales», explicó Claudio Valencia, gerente General de la empresa de caudales Brinks, que también es dueña de Maco.

Sin embargo, desde el sector financiero también destacan que la cantidad de dinero circulante en efectivo crece, pero no lo hace al ritmo de la inflación.  ¿Los motivos? Desde el mayor uso de los medios electrónicos para compras, pagos y transferencias hasta el estricto control que las políticas del Banco Central imponen sobre la base monetaria.

«Nosotros estamos transportando más dinero, pero no lo que hubiéramos transportado antes con estos niveles de inflación. El dinero circulante, en poder del público y de las entidades financieras crece menos que la inflación», agregó Valencia. Las transferencias y el uso del dinero electrónico no lograron todavía reducir el negocio de las transportadoras de caudales porque todavía los niveles de uso son muy bajos comparados con el efectivo.

Gustavo Gómez, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Cobranza Extrabancaria de Impuestos y Servicios (Caecis) y gerente general de Gire, la empresa dueña de Rapipago, destacó que el uso de billetes de más alta denominación viene creciendo muy lentamente.

Según sus estadísticas, en 2018 el «billete promedio» que usaban los clientes de la cadena Rapipago era de $182. Ese cálculo es un mix entre los billetes de $1.000, $500, $200, $100 y los más chicos. En 2019, la cifra promedio ascendió a 239 pesos. «Es un 20% de aumento, pero la inflación fue superior. Los billetes de $1.000 y $500 siguen circulando menos que los de $100 en relación a una inflación que crece más del 50 por ciento. En la masa que recaudamos, el billete más usado sigue siendo el de $100″, detalló Gómez.

«Cuando vamos a realizar depósitos, nos piden billetes grandes, que son los que atesoran los bancos. En los locales de Rapipago la gente puede también retirar dinero y por eso nosotros entregamos más billetes de $100″, precisó. De los clientes de la empresa de pago, hasta el momento solo un 15% utiliza pagos electrónicos.

Desde el BCRA destacaron que manejar efectivo siempre conlleva costos y que impulsan la modernización de los pagos a través de medios electrónicos, que ayuda a reducir el precio de manejar efectivo. «Durante la gestión anterior, hasta 2015, solo tenías el billete de $100 y hoy el que más prepondera (en monto en pesos no en unidades de billetes) es el de $500», aclararon.

Los bancos también reconocen que el manejo de efectivo con inflación alta es un problema. «Podemos observar mayor cantidad de billetes de alta denominación ($500 y $1000), que van ganando terreno. Pero el billete de $100 sigue siendo un dolor de cabeza porque sigue circulando en gran volumen, el BCRA solo toma depósitos de este billete cuando está deteriorado y los de buen uso no los toma o en algunos casos lo canjea por billetes $5, $10 y $20″, explicaron desde uno de los bancos privados.

Toda esta complejidad genera que los bancos recaudadores deban desplazar los billetes de la plaza en que se encuentren y traerlos a la ciudad de Buenos Aires para poder declarar en custodia en sus bóvedas.

«Para eso, el banco incurre en gastos de transporte de camión de caudales, vuelos del interior a CABA, recuento y acondicionamiento, más el traslado a las bóvedas. 

Fuente Infobae

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