Análisis semanal: Sin reactivación económica y con fisuras internas, Cambiemos enfrenta con pocas chances la octava elección del año

Duros, inapelables, inequívocos, indisimulables, fríos. Los datos se empecinan en desmontar cualquier relato que pretenda relativizar el impacto de la crisis o plantear un escenario de optimismo en el corto plazo. Contrariamente a los pronósticos repetidos como un mantra por los voceros del Gobierno nacional, los informes técnicos privados coinciden en que la inflación no está bajando, la desocupación aumenta y no se avizora una reactivación. Datos oficiales demostraron que tampoco es cierto que esté aumentando el acceso de la población más humilde a servicios básicos, tal como vienen repitiendo funcionarios nacionales en un intento por relativizar el aumento de la pobreza reflejado en informes de la UCA y del INDEC.

 

Los datos macro se amontonan en el platillo negativo de la balanza. Los más recientes muestran que en los últimos doce meses la actividad de la industria cayó más de 13% y la construcción más de 12%, lo que sí aumentó el último año fueron los precios (51% según el IPC INDEC); la pobreza, que ya alcanza a la mitad de los chicos del país y el dólar que vale más del doble que hace 12 meses.

 

Los próximos aumentos previstos de los combustibles, el gas, la tarifa eléctrica y el transporte público en buena parte del país, garantizan un piso de inflación para los próximos meses.

 

Para la gran mayoría de los hogares del país la crisis se resume en un menor poder de compra, lo que repercute en una caída del consumo, que a su vez redunda en menos ventas para las empresas y despidos  para los trabajadores. Una espiral de destrucción que el equipo económico de Macri no sabe cómo romper.

 

Un trabajo de la consultora Kantar TNS difundido esta semana permite dimensionar mejor cómo golpea la crisis a las familias. El informe reveló que durante el primer trimestre del año en curso, 96% de los argentinos redujo o abandonó la compra de algún bien o servicio, lo que sugiere que la situación económica obligó a prácticamente todos los argentinos, sin importar el sexo, edad o nivel socioeconómico, a adoptar alguna estrategia de ahorro.

 

“En el primer trimestre de este año la tendencia negativa continúa: la económica no repunta y se mantiene la tendencia hacia la baja en indicadores claves como la inflación que no cede, la caída del consumo, el incremento del índice de desocupación y la inestabilidad cambiaria que agrega incertidumbre a un contexto, de por sí ya poco alentador”, señala el informe.

 

Para las clases medias altas, los recortes pasan por dejar de viajar o de renovar tecnología, pero en la base de la pirámide social, el ajuste adquiere un cariz más dramático ya que se aplica a consumos tan básicos como la leche o la carne.

 

Pobreza estructural

 

Habiendo fracasado ostensiblemente en objetivos mayores como combatir la pobreza, hacer crecer a la economía, generar empleo, reducir la inflación o resolver cualquiera de los problemas heredados de la gestión anterior, el discurso de Cambiemos se ampara en un supuesto incremento en el acceso a servicios básicos como cloacas o agua potable para hablar de una mejora estructural en las condiciones de vida de las clases populares que, de alguna manera, compensaría la caída del poder adquisitivo.

 

La última entrega del informe de Indicadores de Condiciones de Vida de los Hogares del INDEC dejó poco margen para repetir ese discurso: señala que en los dos años que separan al segundo semestre de 2016 del segundo de 2018, la cantidad de personas que habitan viviendas sin conexión cloacal pasó de 34,7% a 34,5%, las que habitan en hogares sin acceso a redes de agua potable pasó de 12,2% a 11,9% y la inaccesibilidad a redes de gas aumentó de 34,3% a 34,7%. Si se toma en cuenta la proporción de personas que no acceden a al menos uno de esos tres servicios públicos básicos (agua, cloacas, gas), el porcentaje retrocedió apenas del 50,6 al 50,3 por ciento, una mejora homeopática que no alcanza a compensar el shock negativo que está provocando la crisis en la economía de las familias.

 

Octavo round

 

La incapacidad del Gobierno nacional para contener la crisis, sumada a un deterioro del liderazgo de un presidente que recibe cuestionamientos cada vez más fuertes de los sectores que conforman su base de sustentación política e incluso de sus aliados partidarios, genera un impacto político que repercute en las urnas. Lo que hace dos años era un tsunami amarillo que amenazaba con inundar todo el país, se convirtió en una bajamar que deja cada vez más terreno libre para el pulular de las corrientes opositoras.

 

Mañana Cambiemos hilvanará su octava derrota electoral consecutiva en una elección provincial y lo hará en Córdoba, justamente la provincia que llevó a Macri a Balcarce 50 cuando lo benefició con el 70% de los votos. Que la reelección del peronista federal Juan Schiaretti sea un hecho consumado incluso antes de que comience la votación, tiene más que ver con la interna en Cambiemos que con los méritos de gestión del gobernador mediterráneo.

 

El diputado nacional Mario Negri es el preferido del Gobierno nacional, especialmente de Lilita Carrió, pero el intendente de la capital provincial, el radical Ramón Mestre, entendió que era su momento de gobernar La Docta y que no tenía por qué aceptar un mandato emanado desde la Casa Rosada. La posibilidad de ir a unas PASO en las que su candidato tenía las de perder no sedujo al círculo rojo macrista y sobrevino la fractura.

 

Tan mal parado dejó la interna a la UCR que todo indica perderá la intendencia capitalina, un bastión radical en cual el peronismo solo ganó una elección desde 1983 y lo hizo con Germán Kammerath, un candidato proveniente de la UCD. Además por primera vez el peronismo se quedaría con dos tercios de los diputados provinciales.

 

Cristina sin asperezas

 

Finalmente la expresidente Cristina Fernández rompió el ostracismo. Primero lo hizo a través de un libro, arcaico medio de comunicación con el que consiguió viralizar su mensaje –vendió más de 300 mil copias en pocos días- en tiempos en los que el resto de los políticos se inclina ante la abrumadora masividad de las redes sociales.

 

Respaldada por semejante éxito editorial presentó su obra titulada “Sinceramente” en la Feria del Libro. Por paradójico que suene, el libro de la líder de la corriente que más adhesiones concita dentro del peronismo se presentó en la sala Jorge Luis Borges, tal vez el antiperonista confeso más famoso de todos.

 

La viuda de Kirchner se guardó la carta que todos esperaban ver: no dijo si iba a ser candidata a presidente, pero para muchos opinólogos que pretenden descifrarla, su discurso sonó a lanzamiento de campaña.

 

A diferencia de sus tiempos de cadenas nacionales combativas, la Cristina escritora mostró un perfil más mesurado, hasta afectuoso y apenas se permitió alguna que otra ironía poco agresiva. En un discurso en el que citó al Perón del retorno, al que se declaraba “león herbívoro”, propuso un “contrato social de ciudadanía responsable” que tendría por objetivos la recuperación del consumo interno y de la actividad industrial orientada a ese mercado.

 

En una semana en la que el presidente estadounidense Donald Trump volvía a manifestar apoyo a su par argentino y al plan de ajuste diseñado por el FMI, Cristina pidió alejarse de lo que Estados Unido receta para los demás países y en cambio imitar las políticas que el país del norte está llevando adelante en su propio territorio, marcadas por un sesgo industrialista y mercado internista.

 

Reservó reconocimientos explícitos para Alberto Fernández, que escuchaba en un lugar estratégico de la primera fila, ladeado por la abuela de Plaza de Mayo Estela Carlotto y la madre de Plaza de Mayo Taty Almeida. Hubo también guiños para dos que supieron ser socios y rivales políticos: Eduardo  Duhalde y “su ministro Roberto Lavagna” a quienes reconoció el mérito de haber contenido una situación de emergencia económica y social extrema.

 

El único dato concreto durante la media hora de discurso se refirió a los planes sociales, al respecto remarcó que durante los tres mandatos kirchneristas la cantidad total de beneficiarios bajó de 2,3 millones a 207 mil y durante los años de gobierno de Macri aumentó a 467 mil.

 

Campaña a la misionera

 

A tres semanas de las elecciones provinciales, se aceleran los tiempos de la campaña. Por el lado de la renovación, todo gira en torno a marcar la continuidad de la gestión del gobernador Hugo Passalacqua, especialmente en el esfuerzo puesto al servicio de reducir el impacto en Misiones de la crisis nacional, no solamente a través de acciones relacionadas al asistencialismo social –cada vez más necesario- y a cubrir el retiro de la inversión nacional en áreas como la educación y la salud, sino también a sostener el empleo y el consumo a través de programas de subsidio de tasas de interés.

 

Desde ese espacio aseguran que la candidatura de Oscar Herrera actuó como un imán que atrajo a dirigentes y militantes de otros espacios políticos, empresarios, jóvenes, mujeres e independientes que se sumaron a la renovación después de confirmarse esa candidatura.

 

Representantes de todos los sublemas que compartirá boleta con Herrera Ahuad en Posadas se reunieron el lunes con el conductor Carlos Rovira en un encuentro donde se resaltó la camaradería y se instó a los candidatos a priorizar el proyecto por encima de los personalismos.

 

Acorde a los tiempos que corren, la campaña renovadora tiene espacio en las redes sociales, pero ello no implica abandonar el formato tradicional que incluye el contacto directo con la gente. Algunos de los colaboradores más directos de Oscar Herrera y se su compañero de fórmula Carlos Arce, admiten que “no ven la hora” que llegue el 2 de junio, un poco para matar la incertidumbre electoral y otro poco para terminar con el interminable raid de viajes y reuniones en distintos pueblos y barrios de la provincia que llevan adelante junto a los candidatos.

 

Por el lado de Juntos por el Cambio, la novedad más importante será la presentación el lunes del “Programa integral para el desarrollo y la modernización de Misiones” una suerte de máster plan ideado por los equipos técnicos de los partidos que integran la alianza y cuyos contenidos principales ya fueron adelantados por el candidato a gobernador por el espacio, el senador Humberto Schiavoni.

 

Entre otros puntos, el plan propone agregar valor a las agroindustrias, promete bajar impuestos e ir a un sistema fiscal más progresivo. Más allá de iniciativas genéricas con las que nadie puede estar en desacuerdo, algunas propuestas puntuales de campaña de Schiavoni generaron alguna polémica, como la de avanzar en el contrato con la Fundación Maizar para cultivar con maíz transgénico alrededor de 500 mil hectáreas subutilizadas en la provincia o ir hacia una liberación progresiva y acordada de los precios de la yerba mate. Dirigentes del sector productivo, incluso algunos que van como candidatos en la alianza Juntos por el Cambio, manifestaron su rechazo a dichas iniciativas.

 

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