Efectos extremos del clima en Chaco y Formosa agudizan el drama de las inundaciones y el pronóstico indica que las lluvias continuarán en la región

Cientos de personas fueron evacuadas y las pérdidas económicas llegan a los 11 mil millones de pesos, informaron hoy medios locales chaqueños. Las lluvias y el clima extremo podrían extenderse al menos hasta julio por la influencia de El Niño en ambas provincias. La asistencia del Estado y los municipios “son insuficientes ante el desastre en los campos, por el impacto al ganado, los cultivos y las viviendas”.

El drama de las inundaciones en Chaco se acrecienta, con cientos de evacuados, un millón y medio de hectáreas productivas afectadas y un estimado de más de 11 mil  millones en pérdidas económicas. Las lluvias y el clima extremo podrían extenderse al menos hasta julio por la influencia de El Niño, la corriente cálida del Pacífico, así lo indican los pronósticos del Servicio Meteorológico (SMN) que registró en esta provincia el octavo abril más lluvioso de los últimos 59 años.

Por otra parte, el último informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar aseguró que la región del NEA tenía excesivas reservas de agua y las intensas precipitaciones registradas en las últimas semanas generaron anegamientos e inundaciones. Las lluvias fueron superiores a las normales y pusieron en riesgo las principales actividades productivas de la zona.

En este contexto de exceso hídrico con perspectivas climáticas de continuidad de abundantes lluvias en el noreste del país, los técnicos del INTA brindan una serie de recomendaciones para reducir las pérdidas, en especial en lo que refiere al manejo del ganado.

 

 

“Las lluvias estuvieron concentradas en el este de Chaco. La mala noticia es que se espera que siga lloviendo con la corriente El Niño activa, que en esa zona aumenta las probabilidades de tormentas y lluvias extremas”, explicó Cindy Fernández, vocera del SMN, en diálogo con medios nacionales.

Este fenómeno climático se suma a la saturación que sufren las napas por los anegamientos registrados en noviembre del año pasado y en los primeros meses del 2019. Esta es una problemática que tiene toda la zona del Chaco americano a causa del uso del suelo y la expansión de la frontera agropecuaria. Para darse una idea, el récord de lluvias de abril se registró en Formosa, provincia vecina y se puede apreciar en los mapas que los pronósticos no son nada alentadores.

El panorama también es complicado en áreas urbanas y agropecuarias. Los distritos más comprometidos son Las Breñas, Pinedo, Charata, Hermoso Campo, y Gancedo. Por caso, según el SMN, en lo que va de mayo Resistencia lleva 159 mm de lluvia acumulada; mientras que en Roque Sáenz Peña cayeron 85 mm y en Formosa, 170 mm.

Humberto Ramírez Arbo, un ingeniero agrónomo que trabaja hace años en la zona entre la ciudad chaqueña de Resistencia y Formosa, contó a Infobae que “sólo se ve agua al costado de la ruta: Hoy mismo hubo unas lluvias torrenciales en la zona. Eso afecta también al ganado, los caminos, a todo. Ya mismo debería estar funcionando una oficina de coordinación en la provincia para solucionarlo, al menos mitigar lo que está pasando”.

El experto contó que siguen de cerca el comportamiento de El Niño y coinciden en que el panorama a mediano plazo no es bueno: “En el año 1998 se conformó un comité de emergencia tanto para las inundaciones provocadas por el desborde del río como las causadas por la lluvia. En una sola oficina, que no es más que la coordinación de las agencias, se pueden tomar rápidamente las decisiones. Ya debería estar en marcha un organismo similar”, indicó y aclaró que aún se espera el reporte oficial de daños del gobierno provincial y el INTA.

Indignación en Villa Ángela

La zona rural de Villa Ángela, Chaco, sostienen que “puede tener una solución el controlar el avance del agua, pero hay un canal que no lo limpian y por ello rebalsa», indicó un pequeño productor que compartió en redes sociales imágenes del campo inundado y con indignación expresaba que “de nada sirve trabajar, planificar, estudiar, invertir si un inútil funcionario que maneja el APA (Administración Provincial de Agua) ni siquiera puede ocuparse de mantener limpio un canal. Te dan ganas de irte del país», manifestó abatido.

La limpieza del canal implicaría «una inversión de mas de $100.000 al Estado Provincial chaqueño. En la inundación de enero y febrero, hace  aproximadamente dos meses, había canales que hacía 10 años que no se limpiaban, directamente había árboles creciendo en los mismos que demostraban ese atraso”, graficó el productor. “Ahora volvieron las lluvias, y estamos en la misma situación. Nada hacen para resolver el problema y prepararnos mejor ante las inclemencias del clima”, consideró.

 

Campos de San Bernardo bajo agua hace 12 días

Por otra parte, Waldemar Dickau, un productor sojero que hace 12 días tiene agua en un área de cerca de 200 hectáreas en la zona de San Bernardo, al sudoeste de Chaco. “Nadie se acercó para ayudar a la familia y sacar el agua del establecimiento. Muy triste. No sabemos que vamos hacer, el agua no baja. Tributamos más de 50 años a la provincia, y ahora estamos solos con mi familia. Duele. Perdimos todo», contó.

Su madre, de 64 años, se resiste a irse del establecimiento, a pesar de que está rodeada por el agua. “No se quiere ir. La quiero llevar al pueblo pero no hay caso. Le pesa la historia y los recuerdos ligados a la producción con mi padre ya fallecido”, explicó a los medios locales el productor.

El campo recibió lluvias por unos 1000 milímetros en los últimos 70 días. Además, llega agua de otras regiones. Waldemar Dickau, de 44 años, indicó que “el problema no es tanto la lluvia, sino que el municipio cerró todas las alcantarillas debajo de la ruta (número 6). El campo se tapó y el agua crece día a día, por eso necesitamos a las autoridades locales para resolver el problema.
El productor quiere que las autoridades realicen una obra de unos 500 metros que permitiría conectar el agua que hay en su campo con un canal.

«El agua tiene salida para el sur, habría que traer una retroexcavadora y hacerlo para que el agua se vaya», dijo. Señaló que esto se puede hacer sin afectar al pueblo. «No quiero hacer daño al pueblo, esto es una obra de un día. Este es el campo donde nací y me crié», afirmó al diario La Nación.

Con todo perdido, hoy la única solución para aliviar el drama es justamente esa obra que reclama a las autoridades. «Nadie nos da una oportunidad para sacar el agua», reclamó.

 

 

Fuentes: Diario Epoca, Infobae, Charata Chaco, La Nación

 

 

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