La dueña del comercio, Sangduen Khaorueng, contó que el viernes cerró el negocio y cuando volvió el lunes escuchó el llanto. Al principio creyó que el ruido venia de un vecino, hasta que encontró en un lavarropas al bebé envuelto en una toalla.
El llanto siguió después de haber estado afuera y regresé. Seguí el ruido y vi al bebé dentro de la lavadora”, contó la mujer.
Llamó a la policía y llegó una ambulancia al lugar. Los médicos constataron que el pequeño se encontraba saludable, pero con mucha hambre.
Mientras intentan dar con el paradero de la madre del bebé, él se encuentra bajo el cuidado de las enfermeras de un hospital cercano.