Alumnos de una escuela técnica de Santa Fe construyen una réplica a escala del ARA San Juan como homenaje

Uno de los 44 tripulantes de la nave accidentada egresó del secundario donde hoy se diseña la maqueta de 4,30 metros de eslora y 300 kilos de peso que será parte de un monumento en el puerto de la capital santafesina.

Fue al enterarse de que uno de los tripulantes del ARA San Juan, el cabo 1° Germán Suárez, era egresado de una escuela técnica de su ciudad, que el Teniente de Fragata de la Reserva Naval Rolando Garavaglia decidió invitar a los alumnos y profesores de ese colegio en la construcción del monumento que estaba imaginando.

En noviembre de 2017 el submarino ARA San Juan perdió contacto con la base y se inició un infructuoso operativo de rescate, luego una larga búsqueda de la nave averiada que recién dio resultado un año más tarde, cuando fue hallado a unos 900 metros de profundidad y a 600 kilómetros de Comodoro Rivadavia. A bordo había 44 tripulantes: 43 hombres y una mujer.

Al comienzo, la idea de Rolando Garavaglia había sido simplemente la de colocar una placa recordatoria en algún punto de la ciudad, pero pronto eso le pareció pequeño como homenaje.

Pensó entonces en una maqueta, una reproducción del ARA San Juan, que en un comienzo sería diseñada por un artesano. Mientras investigaba acerca de cómo y dónde hacerla, dio con el dato de que uno de los tripulantes del submarino había sido alumno de la Escuela de Educación Técnica Profesional n°478, Dr. Nicolás Avellaneda.

Se dio en ese momento una coincidencia: un camarada reservista de Garavaglia trabaja en ese colegio secundario. Es Carlos Rouzic, jefe de laboratorio.

Así surgió el que será seguramente uno de los homenajes más colectivos y cooperativos al submarino accidentado y a sus 44 tripulantes.

«No paro de cruzarme con gente que quiere cooperar -dijo Garavaglia a Infobae-: el Intendente, el gobierno provincial, las autoridades del puerto, la escuela, todos los funcionarios con lo que hablé, las empresas que no me quisieron cobrar los materiales… me encontré con un cariño y un apoyo a la iniciativa que me emocionan».

El monumento ha ido creciendo y lo que sólo sería una placa se ha convertido en una réplica a escala del submarino de 4,3 metros de eslora y con un peso de 300 kilos.

Estará emplazado en la dársena n°2 del puerto de Santa Fe y a su lado habrá un mástil para izar la bandera argentina en los actos de homenaje que Garavaglia anticipa se harán todos los 15 de noviembre, aniversario del hundimiento del submarino.

Fueron las autoridades santafesinas las que sugirieron emplazar el monumento en el puerto. Allí, además, formará un tándem con el ARA Sobral, un submarino que la Armada va a dar de baja y ha donado al Centro de ex Combatientes de Malvinas, que lo convertirá en museo. El Sobral anclado en la dársena y la maqueta del San Juan, uno en el agua y otro en tierra, serán un polo de atracción para los visitantes y un motivo para el recuerdo permanente de quienes, como dice Garavaglia con el lenguaje que se aplica en la Marina a quienes pierden la vida en misión en el mar, están «en eterna patrulla».

Esa frase estará en la placa de 60 centímetros por un metro que acompañará la maqueta, más los nombres de los auspiciantes del monumento – los gobiernos provincial y municipal y la Reserva Naval- así como la lista de todos los tripulantes del ARA San Juan.

Los reservistas son civiles con grado militar. La Reserva Naval es una organización que depende de la Armada argentina. Además de ser convocados para completar el cuadro de efectivos en caso de necesidad, los reservistas constituyen un puente entre la actividad naval y la sociedad civil.

Esta iniciativa de Garavaglia es típicamente una acción que se inscribe en esta segunda función de la Reserva.

El Capitán de Fragata Luis Díaz, jefe de todas las reservas navales del país, fue quien dio el visto bueno a la propuesta. El siguiente paso fue involucrar a la Escuela Dr. Avellaneda, para lo cual Garavaglia se entrevistó con su director, ingeniero Julio Colocci.

«Los reservistas aportamos los insumos y el material. Pero lo cierto es que el mástil naval, las chapas de acero, la pintura: todos los materiales y componentes del monumento han sido donados, porque todo el mundo quiere ser parte de esto. En la Municipalidad, el Intendente (José Corral) me dijo: ‘Tienen todo mi apoyo’. Los alumnos de 6° año están entusiasmadísimos», cuenta Garavaglia.

«Esto es mérito de cada una de las personas que se interesaron en el proyecto y colaboraron. Acá no hay nada político, nada partidaria. No hubo mezquindades. Todo es pura y exclusivamente para homenajear a 44 argentinos que murieron en el cumplimiento del deber. Lo que más me emocionó fue el compromiso de los chicos», dice Garavaglia.

El proyecto involucra a alumnos del último año de la escuela y de los tres turnos: mañana, tarde y noche. «Les enseñan y ellos hacen el trabajo -explica el Teniente-. El profesor no toca la soldadora. Si se equivocan, lo hacen de nuevo».

El profesor Rouzic es quien estuvo en el día a día de la construcción de la maqueta y Garavaglia oficia de veedor. La Armada facilitó los planos a fin de que el monumento sea una réplica exacta del ARA San Juan.

Para los estudiantes, el proyecto equivale a horas de trabajos prácticos y son evaluados. Pero también y sobre todo la sensación de estar participando de algo trascendente.

Además de los ya mencionados, participan del proyecto la vicedirectora del Avellaneda, arquitecta Laura Estela Sánchez, el jefe de taller, Nicolás Ruarte, la profesora Alejandra Rosales, los maestros de taller Rubén Croissant, Sebastián Schamsonosvky y Mario Villalva.

Los estudiantes que trabajan en la maqueta son Hugo Bernal, Facundo Paredes, Juan Leonardo Rivolta, Lucas Bolado, Leandro Borda, Marcos Campodónico, Iván Cantero, Jenifer Corvalán, Dylan Gómez, Diego Gutierrez, Eugenio Marquez, Oscar Pongolini, Gustavo Sandoval, Agustín Sebille, Facundo Verón, Jonatan Gomez, Damián Gonzalez, Mauricio Mello, Ariel Peresín, Joaquín Schischman y Juan Ignacio Vargas.

La idea surgió a fines de noviembre del año pasado y el trabajo comenzó a mediados de marzo. «El monumento se inaugurará el 17 de mayo, Día de la Armada -anuncia Garavaglia-, pero cuando se cumpla cada año del accidente, todos los 15 de noviembre, quiero que se incluya dentro del protocolo el homenaje a los 44; por eso el mástil, para poder izar la bandera en cada acto».

 

(Infobae)

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