Una pareja plantó árboles durante 18 años y el resultado fue sorprendente

Es una historia de amor. Pero no solo amor entre dos personas, es amor por la vida, por la naturaleza, por los otros humanos que habitan este planeta, por los animales, y más. Una pareja de brasileños se encontraron hace 20 años ante un panorama deprimente, en el que vieron su recordado bosque totalmente desértico y decidieron meter mano plantando nuevamente los árboles nativos. Hoy, está muy distinto: el verde asoma por todos lados, se escuchan los cánticos de los pájaros, nuevas especies se hicieron presentes y hay un clima de armonía y felicidad.

 

Sebastião Salgado y Lelia Deluiz son los protagonistas de esta hermosa historia, que les devolvió la alegría y el color al bosque del municipio Aimorés, en Minas Gerais, Brasil. “La tierra estaba tan enferma como yo… todo destruido. Solo un 0,5% de la zona tenía aún árboles”, comentó el hombre, quien detalló que en 1998 la zona estaba deforestada, tenía sequía y erosiones en el suelo producto de un uso desordenado de los recursos naturales obtenidos de agricultores que trabajaron ahí para alimentar a ganado. Junto a su esposa se mudó a la Hacienda Bulcão, ubicada en el entorno rural del bosque, y comenzaron a reforestarlo juntos.

 

“Mi esposa tuvo la fabulosa idea de replantar el bosque y eso comenzamos a hacer”, contó. La pareja recaudó fondos para crear su organización ecologista, Instituto de la Tierra, y comenzaron a plantar solo árboles y plantas nativas para no afectar el ecosistema original del lugar.

 

“Solo hay un ser que transforma el CO2 en oxígeno, y es el árbol. Hay que replantar los bosques con árboles nativos y recoger las semillas en la misma región en las que las vas a plantar, o no vendrán ciertos animales y la fauna no llegará a él”, explicó el fotógrafo.

 

En el primer año ya habían logrado plantar todo el terreno. No obstante, no sólo reforestaron aquella zona. Con la ayuda de 22 miembros, establecieron la misión de hacerlo en todos los bosques destruidos de su espacio y zonas aledañas. Al día de hoy, ya plantaron más de cuatro millones de árboles, logrando cambiar de forma sorprendente la imagen de aquel bosque árido de hace dos décadas. “Volvieron los insectos, las aves y los peces, y gracias al aumento de árboles yo también renací. Fue un momento muy importante”, se emocionó Salgado.

 

La pareja contó que regresaron 172 especies de aves, 33 de mamíferos, 15 de reptiles y otras 15 de anfibios, sin contar los cerca de 300 especies de plantas. “Hay que escuchar a la gente de la tierra. La naturaleza es la Tierra y sus seres, y si no volvemos espiritualmente al planeta, esto se verá comprometido”, sentenció Sebastião.

 

Fuente: La Mañana de Neuquén

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