Detuvieron a un femicida en serie que asesinó a siete mujeres

 

Unos turistas que paseaban por una mina abandonada en el pueblo de Mitsero sacaron a la luz el caso del femicida más grande de Chipre. Tras la localización del primer cuerpo, la Policía detuvo al homicida, quien confesó haber matado a cinco mujeres y a dos niñas.

 

La investigación se inició luego de que unos turistas descubrieran un cuerpo en un pozo en una mina abandonada, cadáver que luego fue identificado como el de Mary Rose Tiburcio, de 39 años y de origen filipino, cuya desaparición fue denunciada junto a la de su hija Sierra, de seis años, en mayo de 2018. Rápidamente, las autoridades dieron con el asesino, Nikos Metaxas, un griego chipriota, de 35 años, quien trabaja como oficial de la Guardia Nacional. El detenido, con respecto a la primer muerto, aseguró que la pequeña murió ahogada con su propio vómito en su casa tras lo cual hundió su cadáver en un lago.

 

Las labores de la Policía en busca de la menor llevaron este fin de semana al macabro descubrimiento de un segundo cadáver en el mismo lugar. Aunque el cuerpo no fue identificado oficialmente, se cree que se trata de otra mujer filipina, de 28 años, que también se encontraba desaparecida desde el verano. Ambas trabajaban como empleadas del hogar.

 

El sospechoso confesó ambos asesinatos -de la última víctima aseguró no recordar su identidad- y el de la niña, aunque el cuerpo aún no fue hallado en el lago donde indicó a la Policía que se había deshecho de él, así como de otros cuatro. Además, Metaxas confesó otros dos asesinatos: una mujer rumana, Livia Florentina Bunea, de 36 años, y su hija de ocho años, ambas desaparecidas en septiembre de 2016.

 

Hasta ahora la Policía encontró tres cuerpos mientras continúa la búsqueda de otros cuatro, por lo que las autoridades califican este caso como el de un “asesino en serie” y no descartan que el número de víctimas pueda aumentar en las próximas horas.

 

Debido a la avanzada descomposición del cuerpo, que se encontró dentro de un pozo en un pueblo al oeste de Nicosia, las autoridades no pudieron identificar a la mujer, aunque se cree que puede ser de origen nepalí o indio.

 

Según la investigación, Metaxas se acercaba a sus víctimas a través de una página de citas por internet. Al menos así lo hizo con la segunda mujer que fue encontrada, con quien, según reconoció, tuvo relaciones sexuales antes de estrangularla.

 

Seis años tenía Sierra, la pequeña que fue asesinada junto a su madre, Mary Rose Tiburcio, por nikos Metaxas. Según contó el asesino, la chica se ahogó con su propio vómito y hundió su cadáver en un lago.

 

Fuente: La Mañana de Neuquén

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