Gaby Machel: la emprendedora misionera que aprovechó sus vacaciones para iniciar un negocio

Cuando se habla de mermeladas y aderezos, el nombre de Gaby Machel no pasa desapercibido, con once años en el mercado, el sueño de la exportación cada vez es más inminente.

Gaby Machel, emprendedora

Su idea de negocio surgió como parte de su inminente deseo de aprovechar el tiempo. Con sus constantes viajes a Misiones, específicamente en Montecarlo, donde pasó su infancia, aprovechó sus vacaciones para iniciar en el mundo de los negocios. “Tengo esa forma apasionada de hacer las cosas y siempre tuve mucha emoción desde muy chica y eso me llevó a idear actividades”, comentó en Radio Libertad.

Fue allí que surgió la idea de iniciar un negocio. No obstante, al pensar en qué emprender vio el potencial de la tierra colorada y decidió aprovechar los insumos que constantemente tienen los misioneros y que muchas veces no se cuidan. Ese es el caso de los mangos. Con el tiempo, decidió que la producción se quede en Misiones, para así mantener la calidad de las frutas. Es allí, donde decide dar un paso más audaz y modificó su agenda dedicándole más horas de viaje para emprender este sueño.

“La primera consigna fue aprovechar los productos de estación, darles valor agregado y no hacer algo que ya había en el mercado”, así surgieron los chutneys, que son aderezos de origen hindú (…) Hace once años nadie hablaba de los chutneys, pero tenemos productos que son de origen hindú y pakistaní, como el mango”, precisó que luego decidió agregar mermeladas y conservas.

Recuerda que mucha gente se vio involucrada y que sin el apoyo de su familia no hubiese logrado consolidar su emprendimiento. “Fue una movida muy grande, de mucha gente que prueba el producto y te alienta a seguir adelante a pesar de la coyuntura”.

Exportaciones

Para lograr el proceso de éxito, invirtió desde capacitaciones, participación de rondas de negocios y productos, donde en diversas ocasiones ha sido tentada a exportar sus productos, aunque el contexto aún no se lo permite. “Tuve tres oportunidades de concretar la exportación de mis productos (…) sé que tengo amigos que compran y los llevan y eso ya es un avance”.

Narró su experiencia con un empresario egipcio y a quién le encanto el chutney de mango y vainilla no solo por el sabor sino por la historia y tradición que trae cada cultura y esta es la sensación que brinda a sus clientes, un producto con sabor e historia. Hoy participará de una ponencia en el Segundo Festival Mujeres Tierra Roja, donde dictará el seminario “Rediseñando nuestra selva”.

 

 

 

SPM

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