Desalojados de terrenos de la EBY aseguran no tener adónde ir y montaron un nuevo acampe en el Acceso Oeste de Posadas

A principio de abril las familias que ocupaban los terrenos de la EBY y de la Municipalidad de Posadas fueron desalojadas. El grupo que se había instalado en el predio municipal acampa a modo de reclamo en la plaza 9 de Julio, mientras que los del terreno de la EBY permanecen en el Acceso Oeste. Entre ambos grupos hay fricciones por ello es que las protestas se realizan de manera separada.

 

El 9 de abril y por orden del juez de Instrucción Nº Fernando Verón la Policía efectuó el desalojo de aproximadamente 30 familias que ocupaban los terrenos ubicados a la vera del arroyo Mártires, al oeste de la Capital provincial.

 

El desalojo fue pacífico y ordenado y de hecho el director ejecutivo de la EBY, Martín Goerling había manifestado en ese entonces que muchas de las familias de la ocupación tenían una vivienda propia y que la intrusión para ellos no se debía a una necesidad, ésto también fue reconocido por los propios referentes de los intrusos.

 

Un efectivo de la Policía de Misiones lee la orden de desalojo a los intrusos.

 

Pero el desalojo no trajo una solución al problema de fondo, porque si bien un puñado de personas actuaron con oportunismo para hacerse con un terreno, muchas familias efectivamente no tienen a dónde ir más que a la casa de algún familiar o amigos.

 

Tierras de la EBY antes del desalojo.

 

En consecuencia los ocupas del terreno municipal y los de la EBY – entre los cuales no hay buena relación por discrepancias en torno a los intereses de cada referente – montaron acampes en distintos puntos de la Ciudad, los primeros en la plaza 9 de Julio y los segundos en una rotonda sobre la avenida Chacabuco en el Acceso Oeste.

 

Campantes en la plaza 9 de Julio, desalojados de los terrenos municipales.

 

El acampe de la rotonda se mantiene en pié hace unas semanas y contiene a unas 30 personas. Su referente, Paula Canales, aseguró que allí se mantienen pese a las inclemencias del tiempo y que subsisten gracias a changas de las cuales obtienen algún dinero para cubrir las necesidad, primordialmente, de los más pequeños y las embarazadas. Todo esto mientras esperan alguna respuesta de las autoridades, que según manifestaron, llegará con una propuesta de solución dentro de dos semanas.

 

DL

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