Dos días después de que la Policía frustrara un ataque en Riad por el grupo yihadista del Estado Islámico, la Justicia de Arabia Saudita ejecutó a las 37 personas que resultaron detenidas. Todos fueron decapitados salvo uno, que fue crucificado.
El Ministerio del Interior saudí comunicó que las ejecuciones se llevaron a cabo después de que el Tribunal de Apelación, el Tribunal Supremo y un decreto real ratificaran la pena máxima contra los condenados.
Los ejecutados fueron sentenciados por “adoptar ideología terrorista extremista, formación de células terroristas, corromper y desestabilizar la seguridad, expandir el caos, provocar la sedición sectaria, dañar la paz y seguridad social, atacar sedes de seguridad con el uso de artefactos explosivos, matar varios efectivos de seguridad y por traición por colaborar con entidades hostiles” al reino.
Los ejecutados, todos ellos de nacionaldad saudita, fueron ajusticiados en las ciudades de Riad, Meca, Medina, Al Sharqia, Al Qasim y Asir. Khaled Abdelkarim Al Tuegri fue el único que fue crucificado, mientras que el resto fue decapitado por un verdugo. Los terroristas, que pertenecían al Estados Islámico, habían intentado detonar un centro de interrogaciones de una sede de la Seguridad Nacinoal saudita en la provincia de Al Zulfi. Allí, en el momento, murieron cuatro yihadistas.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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