Desde la cárcel habló el tío de Sheila: «Yo no la maté, soy inocente»

Rompió el silencio y aseguró que no tuvo nada que ver con el crimen de su sobrina. «No sé por qué se me acusa, por qué la sociedad me apunta a mí”.

Detenido en la unidad 9 de La Plata, Fabián González Rojas rompió el silencio y habló sobre el asesinato de su sobrina de nueve años, crimen por el cual está apuntado como el principal sospechoso bajo la caratula «homicidio doblemente agravado». «No sé por qué me acusaron, no sé por qué estoy en este lugar», dijo a Telefe Noticias.

 

González Rojas se refirió del día de la desaparición de su sobrina y contó cómo vivió la búsqueda y qué fue lo que sintió cuando se enteró que apareció muerta. «El día del hallazgo llevaron 8 perros de rastrillaje. Todos los que pasaron por mi casa miraron para abajo y no vieron nada, como puede ser que ese mismo día encontraron el cuerpo», cuestionó.

 

En línea con ello dijo no entender por qué lo acusaron directamente a él e insinuó que alguien dejó el cuerpo en el lugar donde apareció. Sobre el día de la detención, recordó: “Me llevaron en un patrullero, me agarraron dos policías, me llevaron a una pieza que estaba a oscuras. Me empezaron a pegar y me dijeron ‘vos sos culpable, fuiste vos’”.

 

El hombre dijo que Sheila era como una hija para él y que sintió un dolor muy grande. «Todos me dicen lo mismo de que hable piensan que yo estoy encubriendo a una persona. No encubro a nadie. No sé por qué se me acusa, por qué la sociedad me apunta a mí”.

 

Asimismo relató que no pudo ver a su hijo recién nacido, ni a ninguno de sus otros hijos, que se encuentran en un hogar. «Me duele (…) Yo no fui, yo soy soy inocente, no entiendo por qué la gente juzga», cerró.

 

EL CRIMEN DE SHEILA

 

Sheila desapareció el 14 de octubre de 2018 a las 12 del mediodía, cuando fue vista por última vez jugando con amigos en el complejo habitacional Campo Tupasy, del barrio Trujui, de San Miguel, donde vivía con su padre.

 

Luego de cuatro días de búsqueda y acusaciones cruzadas entre los padres de la menor, la policía bonaerense halló el cadáver de la pequeña dentro de una bolsa, en un sector donde los vecinos arrojaban basura, entre dos paredones.

 

El sitio, que en parte fue demolido, lindaba a la construcción donde vivían Leonela Ayala y González Rojas, en un segundo piso, desde cuyo balcón, a seis metros de altura, se cree que fue arrojada Sheila.

 

La causa de muerte fue un estrangulamiento a lazo con una sábana hallada en la bolsa que contenía el cadáver y que, de acuerdo a lo declarado por la propia mujer del imputado, era de su casa. Los investigadores creen que la nena intentó defenderse de un abuso y fue asesinada.

 

 

LA RESPUESTA DE LA MAMÁ

 

Yanina, la mamá de la nena, dijo que cuando se enteró que todas las sospechas apuntaban a los tíos “no lo podía creer”. “Sheila no le hacía nada a nadie, era una nena buena, simpática. Nunca vi un reflejo en la madrina que le haga mal”, aseguró.

 

Y al hablar de Fabián Rojas, aseveró: “Injustamente no creo que esté detenido porque encontraron cosas en la casa de él. Yo digo que fueron ellos y la tienen que pagar”.

 

 

Por último, agregó: “El cuerpo de Sheila siempre estuvo ahí. Quiero que pague y que Leonela también esté presa”.

 

 

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