La «Bella Misiones», entre la ciencia digna y el maíz transgénico

Amo Misiones, amo su gente, sus paisajes, sus selvas, sus ríos, sus saltos y sus cascadas, amo las Cataratas…

He visitado Misiones en reiteradas oportunidades, fundamentalmente por razones de trabajo como médico sanitarista para conocer los saberes populares cuidando la salud.

Hice amigas y amigos, y me relacioné con diversas instituciones y movimientos, tales como la Red de Agricultura Orgánica de Misiones y los Encuentros de Salud Popular “Laicrimpo”.

Gracias a estas amistades y relaciones, sentí también el amor a la biodiversidad misionera.

Justamente a mediados de diciembre del año pasado, el Congreso de la Nación Argentina sancionó la Ley 27.494 declarando a Misiones “Capital Nacional de la Biodiversidad”.

Casi simultáneamente con este merecido reconocimiento a la Bella Misiones, llega la noticia de un proyecto de cultivar maíz transgénico en la provincia, lo cual me causa enorme aflicción. Se trata de sembrar con organismos genéticamente modificados, es decir con semillas a las cuales se ha introducido un gen extraño, mediante ingeniería genética.

Conocer este solo hecho, nos tendría que alertar a todos, pues se da origen a un ser vivo que no es natural, una manipulación de la vida. La filósofa Esther Díaz decía que no todo lo que el ser humano es capaz de hacer, debe hacerlo.

Se ha constatado que los organismos genéticamente modificados contaminan las semillas nativas, una amenaza a la biodiversidad.

Tampoco se sabe con certeza los efectos sobre la salud humana a largo o mediano plazo, por lo cual debería aplicarse el principio de precaución.

Es notorio que estos organismos requieren herbicidas en altas dosis, particularmente del glifosato.

El científico Andrés Carrasco (1946-2014) demostró la acción nociva del glifosato en la salud. Confirmó en el laboratorio las observaciones que comunicaban médicas y médicos registrando aumento de cánceres y malformaciones en zonas donde se fumiga sistemáticamente con agroquímicos, especialmente con glifosato. (**)

Difundió este conocimiento en diversos ámbitos, lo cual le valió críticas y ataques de los más diversos. Andrés Carrasco, puso en manos del pueblo un conocimiento para proteger la salud y la vida, mostrando de manera concreta lo que es la Ciencia Digna.

En este instante histórico de la Humanidad, la actitud de Andrés Carrasco es trascendente y renueva la esperanza de la construcción de un Mundo Solidario.

 

La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, ha proclamado el 16 de junio como el “Día de la Ciencia Digna”, en homenaje al Dr. Andrés Carrasco en el día de su natalicio.

 

La ciencia no puede quedar enclaustrado en el ámbito de una comunidad científica, debe ser puesta en manos del pueblo para el cuidado de la salud y de la vida misma.

Estamos inmersos en un sistema económico, social y político al que pareciera que sólo le importa el beneficio económico y no la salud y la vida.

Sistema generado por la cultura antropocéntrica, en la cual al ser humano se siente el centro del universo. Cultura que también ha generado un paradigma científico, imperante desde la Modernidad, que con su lógica mecanicista, dualista, analítica y utilitarista, concibe al mundo como una suma de objetos aislados,

En tanto las constataciones científicas de la física cuántica y otras de otras disciplinas nos enseñan, desde los albores del siglo XX, que el Universo es un todo indivisible, una red de relaciones.

Estas constataciones coinciden con la cosmovisión de las Culturas Ancestrales que sienten su pertenencia a la Naturaleza. Son culturas biocéntricas, la Vida es el centro.

Todos somos Uno. Todos relacionados entre todos los seres humanos, con toda forma de vida (suelo, aire, agua, microorganismos, flora, fauna) y con el Todo… ¡Somos Naturaleza!

Todos formamos parte de un tejido vital y los seres humanos somos una hebra más ese tejido vital, coincidiendo con las sabidurías ancestrales… ¡Un esperanzador abrazo de la nueva ciencia con las sabidurías ancestrales!

Nuestra misión es cuidar la vida, de esta manera caminar hacia el Buen Vivir… o como dicen los hermanos guaraníes, hacia la Tierra Sin Males.

Y cuidar la vida se concreta hoy cuidando la biodiversidad de la Bella Misiones… Lo que hagamos por la salud o la no-salud en Misiones, repercute en todo el Planeta.

 

 

(*) Julio Monsalvo

Médico Sanitarista. Ex-Jefe del Programa Salud Comunitaria, Ministerio de la Comunidad de Formosa

 

 

(**) Glyphosate-Based Herbicides Produce Teratogenic Effects on Vertebrates by Impairing Retinoic Acid Signaling ; Alejandra Paganelli, Victoria Gnazzo, Helena Acosta, Silvia L. López and Andrés E. Carrasco; Laboratorio de Embriología Molecular, CONICET-UBA, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires; Chem. Res. Toxicol., 20 10; Volume 23, Number 10, pp. 1586-1595

 

 

 

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