Misa Crismal en Alem: Monseñor Martínez llamó a “amar con caridad, dando la vida”

Hoy se realizó la Misa Crismal presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez y concelebrada por todos los sacerdotes de la Diócesis de Posadas, en la que participaron más de 50 que pertenecen a todas las comunidades de la diócesis y más de 40 diáconos permanentes. Fue una ceremonia muy emotiva con muchísimas simbologías que hacen a la vida de la Iglesia y  a la historia de nuestra fe.

Durante la ceremonia en la que se celebra y se recuerda el día del sacerdote, los sacerdotes renovaron sus promesas ministeriales, y su compromiso con el obispo en la entrega y el trabajo diario.

Durante la homilía Monseñor Juan Rubén Martínez, llamó a “amar con caridad, dando la vida”. Además agradeció a todos los sacerdotes por poner el corazón al anunciar el Evangelio, en los tiempos  complicados.

Además también se llevo a cabo la bendición de los oleos que se utilizaran en las diferentes celebraciones sacramentales en las parroquias y luego se les hizo entrega de las mismas a familias o representantes parroquiales que luego serán presentados en la misa de la institución de la Eucaristía en cada comunidad. Este momento siempre es muy emotivo porque nos permite ver la riqueza de nuestra diócesis, con las instituciones, movimientos y familias que la componen.

La celebración eucarística tuvo lugar en un polideportivo que se encuentra lindante a la capilla Nuestra Señora del Rosario en la localidad Alem.

Compartimos a continuación fragmentos de la homilía del obispo de la diócesis de Posadas:

Nos encontramos hoy en este día tan lindo con especial alegría para vivir un momento muy caro a los sentimientos de nuestra fe, hoy como pueblo de dios queremos agradecerle por su inmenso amor, hoy como sacerdotes queremos decir que si nuevamente a nuestra promesa de servir siempre a Dios en la evangelización.

Además es importante que recordemos que la Misa Crismal es el anticipo de lo que comenzaremos a vivir esta noche cuando iniciamos como pueblo de Dios, el Triduo Pascual. Nos reunimos como pueblo de Dios para bendecir los oleos y renovar nuestros votos. Agradezco a mis hermanos sacerdotes que supieron decir que si y les pido a todo el pueblo de Dios que sigamos rezando por los sacerdotes, porque la mies es mucha y los operarios son pocos. Es bueno recordar que supieron decirle “Sí” al Señor y pidió continuar orando para que cada vez más jóvenes escuchen el llamado de Dios para servirlo a través del sacerdocio ministerial, porque eso es “un don y regalo que el Señor nos hace a la Iglesia”.

Es bueno hablar los sacerdotes jóvenes y a los que ya no están y de manera especial quiero nombrar al padre Francisco Chichanoski que hace poco tiempo partió a la casa del Padre, en el día que celebramos a todos nuestros pastores y pidió a cada sacerdote y al pueblo de Dios que ésta Pascua la vivamos de manera internalizada en nuestro corazón y lo  hagamos amando, porque “amar es la gran respuesta en estos tiempos mercantiles”, donde se elige el camino fácil y se olvida que Dios mismo eligió morir en la Cruz por amor a todos nosotros y nos enseñó que tenemos que amar con caridad, dando la vida, porque esa es la fórmula de la felicidad y la verdadera alegría.

Además es bueno siempre recordar que la vida triunfa sobre la muerte y que eso es lo que celebramos esta noche, que la caridad, el amor y la vida triunfan sobre la muerte y el egoísmo. El maligno tenía una carta para jugar que era el triunfalismo, no busquemos ser triunfalistas y ganar siempre sino que aprendamos a sentirnos amados y acompañados por el Dios que triunfa a la vida, como gran símbolo de amor. El triunfalismo siempre se sube al carro de la victoria, no hagamos eso porque Dios no lo hizo, busquemos que siempre el amor de Dios sea el triunfo que valga la pena.

 

FOTOS GENTILEZA PASTORAL DE COMUNICACIÓN – DIÓCESIS DE POSADAS

 

 

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