Puerto Rico: la planta de biodiésel planeada consumirá 600 toneladas de biomasa para generar 150 mil litros diarios

El ingeniero Fermín Bernasconi anunció que en julio comenzará la construcción de una planta de biodiésel a partir de los residuos de la biomasa. Aprovecharán por día chips de las plantaciones, rezagos de aserraderos y otros elementos descartables de la industria maderera y de la forestación. Ocuparán a 200 trabajadores en forma directa.

La planta estaría finalizada en 18 meses e inaugurada para la Navidad de 2020 con una inversión de 105 millones de dólares, aportados  Bernasconi e inversores extranjeros. Por día usarán 600 toneladas diarias de residuos de biomasa que producirán 150.000 litros de un biodiesel-

El biodiesel de Puerto Rico tendrá 70 cetanos –el que circula en el mercado tiene 53 cetanos- lo que lo hace más potente y sin el azufre que surge cuando su origen es fósil, explicó Bernasconi, dueño en Posadas de la firma Dextra. A 20 dólares la tonelada, unos 12.000 dólares irán al productor.

¿Y cómo se transforma un trozo de madera en combustible líquido? Es algo fantástico. Pues se aplica el proceso Fisher-Tropsch patentado en 1925 por los alemanes Franz Fischer y Hans Tropsch. Se trata de un proceso químico para la producción de hidrocarburos de elementos como el carbón de coque.

Bernasconi y sus socios de la empresa Biolip, dueña de la futura planta, representan a una empresa francesa en América Latina. La técnica se basa en la “lanza de plasma” (algo similar al láser que corta al acero) y con su potencia los restos de madera, chips de no más de 10 por 10 cms, ramas, hojas y troncos se convierten en gas.

Y el gas, por un proceso eléctrico posterior, termina convertido en el líquido biodiesel que se exportará a Aruba, en su mayor parte, y el resto será para el mercado interno.

Estos elementos de una charla apasionante con un hombre de mente brillante, que apostó a Misiones (nació en Corrientes y vivió 20 años en Italia) y en especial a Puerto Rico. En este punto elogia al empresario Martín Irschik que la planta se hiciera en su ciudad. Estas son algunas de sus respuestas:

la inauguración coincidirá con la Navidad del año 2020 porque son 18 meses de montaje, instalación y puesta en marcha desde julio. Y que es una unidad absolutamente ecológica

¿Qué le contaron a la gente de Puerto Rico para convencerlos?

Les contamos que la inauguración coincidirá con la Navidad del año 2020 porque son 18 meses de montaje, instalación y puesta en marcha desde julio. Y que es una unidad absolutamente ecológica. No produce efluentes sólidos, líquidos, o gaseosos de ningún tipo. Porque la tecnología que se utiliza no es combustión, no es incineración. Es una tecnología del siglo XXI que llama “lanza de plasma”. Genera temperaturas manejables de hasta 16 mil grados (la superficie del Sol tiene 6.000 grados).

¿Hay una rotura de moléculas en la biomasa?

La lanza de plasma transforma las moléculas en sus átomos componentes. La  lanza de plasma que consiste en un mecanismo muy parecido – para visualizarlo- al que corta acero.

¿Como si fuera un láser?

Exactamente se forma un arco voltaico se introduce un gas, ese gas se calienta y entra en un proceso en el cual hay ruptura de moléculas según el material que se introduce.

¿Serán rezagos o también chips?

No solo desechos de aserradero, sino también la madera que se cosecha en forma de chips de 10 por 10 cms. más o menos. Vamos a consumir 600 toneladas diarias de madera. Compraremos la mayor cantidad posible a los productores locales, cuando hoy se está cosechando menos del 50 % de la producción anual. Significan, a 20 dólares la tonelada, 12.000 dólares todos los días en manos de los colonos de la zona.

 ¿Se tercerizará la trituración del chip?

Vamos a tener chipeadora propia pero trataremos que nos entreguen todo chipeado. ¿Más mano de obra? Sí; habrá gente que tiene que hacer mantenimiento, empresitas chicas que se van a tener que formar para darnos apoyo técnico en mantenimiento y cosas por el estilo. Vamos a tratar tercerizar el máximo posible, a pesar de lo cual 200 a 300 puestos de trabajo como mínimo vamos a crear en la planta.

¿Qué sucede con el chip, el aserrín, la madera, que ponemos en un tanque cuando entra la “Lanza de plasma”?

Ocurre un fenómeno que raras veces vemos y recordamos de la secundaria: la sublimación, la materia sólida se transforma en gas sin pasar por el estado líquido. Entra la madera en estado sólido y se transforma en un gas que se llama biosingas o gas sintético biológico formado básicamente por monóxido de carbono e hidrógeno. Son átomos que con una pequeña carga eléctrica –con lo cual están ionizados-  y esa es la forma en que desaparece esta materia sólida. Cumple con el principio termodinámico de nada se pierde todo se transforma. El sólido se transforma en gas.

¿Cómo se pasa a la tercera forma o estado líquido?

Bueno, este gas de síntesis lo pasamos a otra tecnología que se llama Fisher-Tropsch que transforma gas en combustible. Esta tecnología en realidad tiene su origen en los años 20. Y le permitió a Alemania, en la II Guerra Mundial alimentar con diesel los tanques de Rommel en el norte de África e incluso volar los aviones de la Luftwaffe. Alemania no tenía petróleo y usaba carbón de coque para producir combustible con la tecnología Fischer-Tropsch. También la usó Sudáfrica, bloqueada durante el apartheid.  Hoy lo continúa usando y es el 74 % de su consumo de diesel porque tiene 70 cetanos, contra 53 del mejor diesel del mercado.

¿Dónde irá la producción?

Esa producción de 150.000 litros de biodiésel diarios preferimos mandarla al exterior. Ya tenemos contratos en espera con empresas francesas que la envían directamente a la Isla de Aruba, donde se acumula el combustible que consumen los países francófonos del Caribe. Ahí irá la mayor parte de nuestro biodiésel, si bien nos hemos comprometido a que parte de esa producción la vamos a destinar al mercado interno.

PD  EP

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