Día Mundial de la Voz: cómo detectar enfermedades que afectan las cuerdas vocales

Cada 16 de abril se conmemora en todo el mundo una fecha que propone concientizar a la población sobre los daños y lesiones que suelen ser minimizados o normalizados, y puedan asociar voces roncas, ásperas o agravadas.

El 16 de abril se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Voz con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia del cuidado de la misma, y la detección oportuna de las enfermedades que afectan a las cuerdas vocales.

La voz es un medio maravilloso de comunicación y de expresión artística, pero tiene una capacidad limitada de uso que depende de cómo se utilice y de cuál sea la habilidad de cada uno. «La voz es una función del organismo a la que hay que prestar atención y cuidar tanto como al resto del cuerpo. Es vehículo del habla, del pensamiento, de las emociones y refleja el estado de salud físico y mental», aseguró Iris Rodríguez, médica especializada en laringología y voz, servicio de otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Solamente quien la pierde, aun por un corto período, puede darse cuenta de la dimensión que esa falta tiene en su vida diaria. El impacto de esta situación en la esfera emocional, social, física y laboral conduce a la ciencia y a la medicina a ocuparse del tema.

Disfonía es el término que engloba cualquier tipo de alteración de la voz. Se diagnostican numerosos problemas vocales ocasionados por mal uso y abuso de la voz, por el esfuerzo que requiere hablar en un ambiente con elevado ruido, la inadecuada climatización de los lugares de trabajo, los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol y/o sustancias adictivas), mala alimentación y, sobre todo, la demanda vocal sin preparación previa en las personas que usan la voz como herramienta de trabajo.

Esta demanda vocal es diferente según sea la actividad, pero todos precisan una técnica vocal para poder desarrollar y mantener su trabajo.

«Es común que se piense que ‘estar ronco’ no es un problema de salud y ante la pregunta del médico ‘¿desde cuándo está disfónico?’, la persona exprese ‘mi voz es así o todos en mi familia somos roncos’, restándole importancia. Esto hace pensar sobre la existencia de un posible trastorno vocal hereditario o de un nocivo uso familiar de la voz sin que nadie se haya dado cuenta», aseguró Rodríguez.

Dada la complejidad de la producción y de la función vocal, es necesario un abordaje interdisciplinario. El médico laringólogo y el fonoaudiólogo especializado en voz trabajan en equipo para alcanzar diagnósticos y tratamientos adecuados.

Un trastorno muy común es el relacionado con el abuso vocal o con el mal uso de la voz, a causa de una mala técnica fonatoria. La unión de ambos factores puede ocasionar la aparición de edema en la mucosa de las cuerdas vocales y otras lesiones orgánicas, como nódulos, pólipos, quistes, hemorragias. También es habitual diagnosticar disfonías asociadas al reflujo gastroesofágico (RGE). En estos casos, el contenido que asciende de la cavidad gástrica y del esófago afecta a toda la laringe y, en especial, a las cuerdas vocales.

Es difícil saber cuál es la capacidad fonatoria normal de una persona, pero, en promedio, está en dos horas diarias para la voz cantada y en cuatro horas para la hablada. Por encima de ese tiempo, hace falta una técnica depurada para evitar lesiones.

En síntesis, una voz disfónica no es normal, está denunciando una alteración en alguna parte de su producción. «Una disfonía que persiste por más de 15 días debe examinarse y si se trabaja con la voz, es recomendable que el asesoramiento médico previo», afirmó Rodríguez.

En este contexto, la especialista enumeró algunos consejos para cuidar y prevenir una afección en las cuerdas vocales. Estos son:

-Evitar hablar por encima del ruido ambiente (se perderá siempre).

-La cafeína y el alcohol provocan deshidratación de las cuerdas vocales. Su consumo moderado y beber mucha agua ayudarán a combatir el efecto. Por cada taza de café se aconseja un vaso de agua.

-Evitar el humo del tabaco (propio y ajeno).

-La acidez, el sabor agrio en la boca y hasta la halitosis pueden indicar reflujo gastroesofágico que, al alcanzar las cuerdas vocales, puede provocar disfonía o carraspeo frecuente o dolor al tragar.

-«Aclarar la garganta» y toser frecuentemente puede dañar las cuerdas vocales. Es conveniente tomar sorbos de agua y chupar un caramelo para aliviar o calmar la molestia. Si dura más de 2 semanas, consultar con el laringólogo.

-Reducir el uso de la voz si se está con gripe o con catarro de las vías aéreas superiores.

-Evitar hablar mientras se realizan ejercicios violentos o levantando pesos.

-Reducir las largas conversaciones telefónicas.

-Hacer reposo vocal tras un uso intenso de la voz.

-Pensar que algunos medicamentos como, por ejemplo, antihistamínicos, que se ingieren para combatir resfríos o alergias producen deshidratación de las cuerdas vocales y reducen la producción de moco y de saliva. Es decir, mejoran los síntomas, pero «secan» los tejidos del tracto vocal y respiratorio. Consultar con el otorrinolaringólogo.

-La voz se resiente mucho por la falta de sueño. Dormir al menos 8 horas, máxime si se utiliza la voz de forma profesional.

 

 

Fuente: Infobae

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