Fue cómplice de su hermano en una violación porque “llevaba tiempo sin tener relaciones sexuales”

 

 

 

Más de 25 años pasaron para que se destapara una olla podrida con un olor tan desagradable que enfermaría a cualquiera. Los hermanos Shaun y Logan Gregg fueron los condimentos ideales para este cocktail nauseabundo que esconde una violación de por medio.

 

La ciudad de Cardiff, en Gales, fue el escenario de un violento ataque sexual a mediados de los años 90, cuando los hermanos se aprovecharon de una mujer que trabajaba como voluntaria de una tienda de caridad y la sujetaron para abusarla.

 

Cuando el local quedó vacío, Shaun la tomó de los brazos y Logan la violó. A los pocos minutos los dos se retiraron y la amenazaron con que algo grave podría ocurrirle si ella denunciaba lo que había ocurrido.

 

El horror que se sembró en la ciudad británica germinó meses más tarde en un nuevo ataque, pero que afortunadamente en esa segunda oportunidad no pudo prosperar.

 

Shaun volvió a la tienda en compañía de su padre, Paul, y ambos repitieron el mismo mecanismo. Esta vez el señor mayor se puso en el papel del chacal que violaría a la víctima, aunque en esta oportunidad el plan se frustró y ambos tuvieron que escapar del lugar.

 

Más de 25 años pasaron hasta que la mujer, cuyo nombre no trascendió, se animó a revelar lo ocurrido y la Justicia logró dar con los culpables de aquella violación.

 

La víctima reveló con lujo de detalle cómo se produjeron ambos ataques y reveló que los abogados de sus agresores se desentendieron de cualquier tipo de acusación.

 

Sin embargo, la Justicia encontró fallas en los testimonios de Shaun y Logan, por lo que ambos fueron encontrados culpables de violación e intento de violación y ahora afrontan una sentencia de 22 años de prisión.

 

 

Fuente: Radio Mitre

 

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