Tras 21 años de la tragedia de Fray Bentos comenzó el juicio oral: «No tuvimos cuerpos para enterrar, lo único que queda es una sentencia que empiece a reparar estas heridas»

El 10 de octubre de 1997, el vuelo 2553 de Austral con ruta Posadas – Buenos Aires se precipitó en tierras uruguayas dejando un saldo de 74 fallecidos y ningún sobreviviente. El último martes 26 de marzo, tras 21 años de accidente, comenzó el juicio oral que promete ser extenso, dado que el tribunal fijó que las audiencias del debate se celebren los días martes, por lo que se dio paso a un cuarto intermedio y el juicio continuará el 9 de abril. Ante este escenario, y teniendo en cuenta  que existen más de 100 testigos, 36 procesados, 15 querellas y todas las pruebas obtenidas a lo largo de estos 21 años, la espera por obtener justicia  y cerrar otra etapa de duelo se seguirá dilatando.

Silvina Rumachella- Radio Municipal

 

«El transcurso del tiempo a conspirado con todo, hasta con las energías de los familiares de continuar reclamando justicia. Es un grupo suficientemente representativo (por los 15 querellantes), porque están las familias tanto de los tripulantes como de los pasajeros, siempre renovando sus fuerzas para obtener justicia, porque la verdad ya la conocemos» expresó Silvina Rumachella, abogada y hermana de Bibiana primera auxiliar de abordo que iba en el avión.

 

Para Rumachella la tragedia revela el estado terminal del poder judicial en la Argentina «que es grave porque si el poder judicial no administra correctamente justicia, hay un quiebre profundo en cuanto al reparto de la república». El vuelo se precipitó en una estancia rural cercana a la ciudad uruguaya de Fray Bentos, por lo que el accidente fue técnicamente investigado por la Fuerza Aérea uruguaya y penalmente por la justicia argentina. El informe de los uruguayos que finalizó en 1999, apuntó que el accidente se desató por extender los slats a excesiva altura y velocidad, lo que produjo la pérdida de control del avión. Esto fue a causa del congelamiento de los sensores que indicaban estos factores y la inexistencia en el avión de la alarma que debe alertar sobre esa situación. También el informe apuntó a la falta de entrenamiento adecuado de los pilotos.

 

Según la abogada y hermana de la víctima, para llegar a la génesis de este siniestro hay que remontarse a la privatización de Aerolíneas Argentinas en 1990 cuando quedó en manos de Iberia y al año siguiente Austral Líneas Aéreas que siempre había sido privada, también pasó a manos de la misma empresa. «De esta forma se conformó un solo grupo económico de vuelos comerciales en Argentina en manos de españoles dando inicio a un proceso de saqueo y vaciamiento a favor de la empresa extranjera, y en desmedro de lo que era el equipamiento y la seguridad aérea. Hay elementos de pruebas sumados a las causas que tienen el peso suficiente para abordar la figura de la cual están acusados, que es el estrago doloso»(causar un daño de grandes proporciones que haya generado un peligro común).

 

Los procesados pertenecen a dos actores principales, la empresa Austral, desde el presidente hasta el gerente y directivos; y la fuerza aérea argentina, dado que hasta ese momento  era el organismo controlador tanto de la actividad aérocomercial y como de investigar los accidentes aéreos, «con lo cual encubrían la propias responsabilidades» indicó Rumachella. «En la investigación hay intereses económicos y políticos muy fuertes, Aerolíneas y Austral en manos de Iberia era la caja negra de la política, servían para financiar las campañas, no es novedoso, en los 90 ya sucedía al frente de todos».

«Una justicia tardía no es justicia»

 

Actualmente la atención está puesta en el Tribunal Oral Federal N°5 que lleva adelante el debate oral y público, donde las familias piden que se garantice un debate como marca el Código Procesal Penal, es decir, que se respeten todas las etapas del proceso y las garantías de las partes y por supuesto, que se haga justicia. «De 74 personas recuperamos 2 bolsas de consorcio, no tuvimos un cuerpo para ver, enterrar y hacer un duelo, lo único que nos queda es una sentencia que empiece a reparar estas heridas profundas, por eso se explican tantos años de lucha» indicó la hermana de Bibiana Rumachella, víctima del siniestro.

 

Los familiares resaltan el accionar de la Fuerza Aérea uruguaya en la investigación, «se han puesto a la altura de nuestro dolor, hemos tenido siempre su apoyo y han sido sumamente cordiales e imparciales, una diferencia  notoria con la justicia argentina. No podemos seguir tolerando situaciones de esta naturaleza donde el poder judicial llega tarde, una justicia tardía no es justicia, tiene que ser en tiempo oportuno, no puede demorar 22 años una sentencia que brinde responsabilidades a las personas que han provocado una de la peores tragedias aéreas del país» señaló Rumachella quien resalta que en más de una ocasión la causa estuvo al borde de la prescripción y que si no fuera por la constancia de las querellas hoy no hubiesen llegado a esta instancia.

 

Hoy quienes se han puesto al frente de esta lucha son los hijos de las personas fallecidas que en aquel entonces tendrían entre, 6 y 15 años y renuevan las energías para obtener justicia. «Desde ese punto de vista es tan grande esa necesidad que no vamos a decaer. Nuestros aportes están enfocados en lograr un juicio justo y una sentencia que asigne responsables e iremos a las instancias que haya que recurrir para obtenerlas, inclusive las instancias supra nacionales». Los familiares son realistas, y no esperan demasiado de la justicia argentina, solo una resolución favorable pueda cerrar una de las etapas del duelo que llevan desde hace 21 años.

 

 

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