El acusado por el doble crimen de las israelíes quería tener un hijo con su mamá

La defensa advierte sobre el «estado de delirio» de Gil Pereg. El detenido ya manifestó que se siente un gato, no usa el baño y quiere que lo encierren en el Zoo.

Mientras se espera que Nicolás Gil Pereg, el israelí acusado por el doble crimen de su mamá y su tía en Mendoza, sea sometido a una nueva pericia psiquiátrica para determinar si es imputable por lo que hizo, su abogado manifestó su preocupación por «su estado de delirio» e hizo una inquietante revelación.

El recelo surgió durante la última visita que le hizo a su defendido al penal. Gil Pereg le negó al letrado «ser el autor del crimen porque quería tener un hijo con su madre mediante inseminación artificial, por lo que no podría matarla», publicó Crónica.

Tal afirmación se suma a una serie de conductas llamativas que viene demostrando Gil Pereg desde su detención, como el hecho de creerse «un gato», no usar el baño ni ducharse. «Es visible el deterioro, ya que cada día es más marcado el estado de delirio que tiene», afirmó el letrado, Maximiliano Legrand.

El doble crimen

Pyrhia y su hermana Lily fueron vistas con vida por última vez el 12 de enero en la casa del acusado, situada en la calle Roca al 6000 de la localidad mendocina de Guaymallén. El 26 de enero la Policía Científica encontró los cuerpos de las dos hermanas tapados con piedras y tierra en un sector del predio, por lo que Pereg quedó detenido.

Fue procesado por «homicidio agravado por el vínculo» en perjuicio de su madre en concurso real, con el «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego» de su tía, delitos que prevén la prisión perpetua.

La madre de Gil Pereg murió estrangulada con un lazo, mientras que su tía recibió de tres balazos. Se comprobó además que a los cuerpos le incrustaron hierros en distintas partes, «con lesiones de egreso en algunos casos».

 

(TN)