Denunciaron por abuso sexual a su papá y 18 años después revelaron que todo era mentira: las había manipulado su madre

El hombre fue condenado por la Justicia de Bahía Blanca en 2007, pero se fugó a Chile. Cómo fue el reencuentro con las hijas.

Dos hermanas de la ciudad de Bahía Blanca, que ahora tienen 20 y 23 años, revelaron a través de las redes sociales una historia que salió a la luz después de más de una década. Uno de los protagonistas es su papá, condenado a seis años de prisión por haber, supuestamente, abusado sexualmente de ellas. La otra es su mamá, a quien ahora acusan de haberlas manipulado para denunciar ataques sexuales que en realidad nunca ocurrieron.

Todo empezó en 2001, cuando según el relato que publicó en Twitter, Mariana tenía 6 años y su mamá la forzó a denunciar a su papá por abuso sexual. «Yo tenía 6 años, mi mamá entonces denunció a mi papá porque supuestamente había abusado de mi hermana y de mí. Al principio quiso caratular la causa como violación, pero no teníamos signos médicos de tal posibilidad. Entonces la causa fue caratulada como abuso simple. Nunca hicimos una cámara Gesell, que no era obligatoria en aquel momento, sino que se basó en los informes de las psicólogas privadas», dijo Mariana al diario Nuevo Día.

«Con el pasar de los años la vivencia en mi casa fue una tortura: golpes, violencia física y psicológica», escribió. Tan tóxico fue el entorno en el que crecieron que la llevó a tratar de quitarse la vida a los 16 y después, a internarse en una clínica psiquiátrica. No tenía demasiados recuerdos cuando despertó, según manifestó, pero sí estaba segura de algo: «Todo lo que sabía es que a mi casa con mi mamá no quería volver».

 

Seis años después de esa primera denuncia en la Justicia, en 2007, el Tribunal Oral Criminal N°1 condenó a Ceferino Rotili a seis años de prisión por abuso sexual agravado. Pero el hombre no pasó ni un solo día preso porque se fugó a Chile.

A Mariana, sin embargo, nunca le terminó de cerrar el caso. Fue por eso que empezó a investigar por su cuenta y también hizo terapia: «Pude leer carta por la que condenaron a mi papá y me di cuenta de que esa carta no está escrita por una nena de 12 años. Al leer el veredicto me di cuenta de que había un montón de incoherencias», detalla Mariana.

Ahora que la causa prescribió, las hermanas se reencontraron con su padre y con la necesidad también de limpiar su nombre. «Nadie nos va a devolver el tiempo perdido», sostuvo la joven en la red social, y concluyó: «Ni los momentos no vividos con él como la infancia, la Justicia no solo lo culpó de algo que no hizo sino que dejó a dos criaturas en un hogar que no era apto para ellas. Hoy empieza una nueva vida para todos. Sobretodo para vos papá».

 

 

(TN)

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