El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es la denominación que se adoptó en el año 2001, con el que se designa en Argentina al 24 de marzo, la conmemoración del aniversario del golpe cívico-militar del año 1976, y donde se recuerda al terrorismo de Estado, los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura y a los 30 mil detenidos desaparecidos.
Si bien, la dictadura cívico-militar realizó durante su estadía en el poder diferentes «celebraciones» por la fecha. El primer acto, que podría considerarse como conmemorativo de esta fecha, fue la redacción y difusión de la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, de Rodolfo Walsh.
El 24 de marzo de 1977, a un año del golpe, Rodolfo Walsh redactó esta carta, la envió al general Videla e hizo llegar copias al presidente norteamericano Jimmy Carter y a la prensa internacional. Al día siguiente, tropas del Ejército lo sacaron de su casa en Buenos Aires y nunca más se supo de él.
Luego de la vuelta de la democracia, se realizó la primera marcha en conmemoración del golpe, el 24 de marzo de 1986, organizado por las Madres de Plaza de Mayo y con Hebe de Bonafini de oradora.
El 2 de agosto de 2002, el Congreso de la Nación Argentina dictó la ley 25 633, creando el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con el fin de conmemorar a las víctimas, pero sin darle categoría de día no laborable, es decir, sin ser un feriado.
Tres años después, durante la gestión del presidente Néstor Kirchner, se impulsó desde el mismo Poder Ejecutivo Nacional que la fecha se convirtiera en un día no laborable, feriado e inamovible. Algunas personas del ámbito político, como Rodolfo Terragno y del de los derechos humanos, como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas (presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora) y organismos como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se opusieron al proyecto y recalcaron la connotación festiva del carácter de feriado. Entonces la senadora Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que el feriado era positivo porque «no hay posibilidad de que ningún docente pueda ignorar el hecho».
Finalmente, con el apoyo de otras organizaciones de derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo, la declaración del feriado nacional se convirtió en ley con 34 votos a favor, 17 en contra y 4 abstenciones.5
Luego del recambio presidencia, durante la presidencia de Mauricio Macri, el gobierno no realizó ningún acto oficial para la conmemoración de la fecha.6
En 2017, el presidente Mauricio Macri mediante un Decreto de necesidad y urgencia (DNU), ordenó que el feriado sea movible. La decisión fue ampliamente criticada por Organismos de Derechos Humanos, sus propios aliados del gobierno nacional y la población en general.78 La presión social por conservar una fecha que ya es icónica en las efemérides argentinas, logró que se diera marcha atrás con el DNU y se conservara en su fecha original.