“Nos jodió a todos” dijo el padre de uno de los jóvenes estafados por el falso cazatalentos de fútbol

 

Ariel es el padre de uno de los jóvenes estafados por el falso promotor que les ofreció la posibilidad de realizar pruebas en reconocidos clubes de fútbol. El lugar a donde supuestamente iban a trasladarse es a Rosario, en Santa Fe, y les había solicitado una suma de tres mil pesos para llevarlos a “cumplir su sueño”. Ayer por la tarde se habían reunido en el Cuarto Tramo de la Costanera de Posadas ya que desde allí debió haber partido el micro que los trasladaría.

Ariel en Radio Libertad.

 

 

Según manifestó Ariel, el cazatalentos se había contactado con los chicos vía redes sociales donde promocionaba una reunión para convocar jugadores que quieran realizar pruebas en los clubes Rosario Central y Newell’s Old Boys. “Mi esposa fue la que vio la publicación y ahí nos contactamos con esta persona el día 16 de marzo, él puso su número de teléfono. Nosotros estábamos interesados en que nuestro hijo vaya a probar a un club de Rosario”, expresó en comunicación con FM Libertad.

 

El estafador quien se presentó como Iván Amayo había promocionado, primeramente, una convocatoria por el club Rosario Central y luego otra por Newell’s Old Boys. “Nos contactamos por el primer aviso pero no se dio la oportunidad, después el mismo muchacho publicó otro aviso por Newell’s y ahí fue que me comuniqué con él y me explicó todo”, indicó. Luego de la charla, Ariel manifestó que se contactó directamente con el club para verificar que todo sea real y desde el predio de Bella Vista, donde se realizan estas pruebas, le dijeron que efectivamente era verdad.

 

“Lo que me dijeron concordaba con lo que ya me había dicho el muchacho, entonces yo confié”, aseguró. Sin embargo, también afirmó que al dialogar con estas personas le dijeron que no contaban con personal que se traslade en busca de jóvenes jugadores. El discurso del estafador coincidía con lo averiguado por Ariel ya que, al presentarse, lo había hecho diciendo que no era un empleado directo del club sino que a él lo contrataban para efectuar de mediador.

 

“Habrá ido a estafar en otras provincias también, era muy convincente. Tenía todo bien planificado. Así como yo, otros papás también debieron caer en su trampa”, manifestó. En total fueron alrededor cincuenta los jóvenes misioneros a los que embaucó este hombre. “Él nos citó para ayer 21 a las cinco y media de la tarde para viajar. Al otro día llegábamos y los chicos empezaban con su entrenamiento a las nueve de la mañana. A eso de las tres de la tarde terminaban y luego nos juntábamos para volver a Posadas. Nos jodió a todos”, explicó Ariel.

 

El dinero que les había solicitado, tres mil pesos por persona, estaba dirigido a solventar los gastos correspondientes al traslado y refrigerios. En cálculos generales, el estafador recaudó cerca de 150 mil pesos. “Hay mamás que juntaron la plata y pagaron los pasajes pero a su vez iban a mandar a otros acompañantes, o sea que pusieron seis mil”, indicó. El falso promotor les entregaba un recibo sin respaldo alguno y cuando firmaba se confundía constantemente al escribir su apellido o el número de DNI.

 

Para todos aquellos que deseaban realizar el viaje pero no podían pagarlo, el estafador les entregaba una especie de rifas para que así pudiesen venderlas y recaudar el dinero. “Estaba todo fríamente calculado”, agregó. Iván Amayo, como se hacía llamar, recibió a los interesados en una casa que alquiló sobre la calle Jujuy de Posadas, a media cuadra del Sanatorio IOT.

“Yo me enteré antes de la estafa porque uno siempre tiene miedo de que sea trucho. Por la mañana de ayer veía que estaba conectado al WhatsApp, pero a la tarde le mandé mensajes y lo llamé pero ya no contestaba. Ahí empecé a tener sospechas del fraude”, afirmó el padre de uno de los chicos. Luego de eso, Ariel decidió acercarse al lugar donde este hombre se alojaba y al llegar le dicen que se había retirado por la mañana y ya no había vuelto. “Varios padres fueron a buscarlo pero como no lo encontraron, se dirigieron a realizar la denuncia. Yo fui a jefatura y cuando salgo me voy a la costanera porque allí había muchos otros padres esperando para viajar”, dijo.

 

“Allí habían muchos chicos que estaban llorando, tienen entre 16 y 17 años más o menos. Incluso había chicos del interior como ser General Roca o Alem. Hubo gente que vendió su moto para que el hijo tenga esa oportunidad y otros hasta iban a vender sus autos o sacar préstamos”, expresó Ariel.

 

A.B.V.

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