Después que el fiscal de Nogoyá desmintiera la historia habló el changarín de los 500 mil dólares: “Yo no mentí”

El  fiscal de Nogoyá salió a hablar y reveló que la historia sobre la devolución de 500 mil dólares era mentira,  pero el changarín José Leandro Sánchez ratificó su versión. «Yo no mentí», dijo el hombre, de 40 años, a través de una transmisión en vivo de Facebook.

«No sé qué se tapó, qué se inventó. Dijimos lo que era la realidad. Me mantengo con lo que dije. La están amenazando a mi señora, la están siguiendo», aseguró Sánchez, de 40 años, en el inicio de su descargo.

Tenía planificada una aparición televisiva en la Ciudad de Buenos Aires. Pero debió regresar a Nogoyá después de que el fiscal Federico Uriburu le asegurara a Clarín que la historia era falsa. Y desde un costado de la ruta, en medio de su regreso a Nogoyá, Sánchez salió al cruce de esa versión.

«Todo es pantomima lo que se inventó. No está (confirmado) en un 100 por ciento que sea mentira. Quieren arruinarnos a nosotros. Yo me quedo con la conciencia tranquila: lo que dije es cierto», expresó el pintor y panadero.

El martes, el relato de José Sánchez había conquistado el corazónde millones de argentinos. Según sus palabras, este sábado un empresario bajó de una camioneta, discutiendo por celular, y abandonó un maletín en una calle del barrio Villa 3 de Febrero. Sánchez levantó la valija, se dirigió a un descampado y la abrió: encontró montañas de dólares y un revólver negro.

El empresario regresó minutos más tarde y, sorprendido, recibió todo el dinero. Quiso retribuir a Sánchez con medio millón de pesos e incluso le ofreció comprarle una casa. Sin embargo, el changarín rechazó esas propuestas: lo único que le pidió fue un trabajo en blanco. Así se conoció la historia, hasta que el fiscal abrió el gran interrogante sobre su veracidad.

«Quiero protección para mi familia»

Visiblemente alterado, Sánchez afirmó en varias oportunidades a lo largo del video de Facebook que hay una persecución contra su familia. Y pidió protección para su mujer, Paola, y para sus hijas.

«No quiero que armen teatro. Esto fue una realidad. No quiero que ensucien a mi familia», dijo en un tramo de la publicación. «Si se la quieren agarrar, que se la agarren conmigo, no con mi mujer ni mis hijas. Las amenazaron, yo les pedí que se quedaran en la comisaría. Le pido a la Policía que custodie a mi familia, que es lo único que tengo en mi vida».

Al referirse a las presiones recientes sobre sus seres cercanos, deslizó la posibilidad de que existan manejos oscuros tras la difusión de su relato: «¿Voy a hacer semejante teatro para arruinar a mi familia? Por supuesto que no. No, no, no. Ya vamos a aclarar esto. Pero sé que se está tapando algo, se está ocultando algo».

También puso en duda la procedencia de las imágenes que, de acuerdo al fiscal Uriburu, echan por tierra su historia: «Yo quiero saber si las cámaras son del día sábado y si algo se está tapando».

Más tarde, Sánchez se comunicó con su esposa, que describió las supuestas presiones recibidas este martes por la noche.

«Cuando volví a mi hogar en remís, otro auto paró en la puerta de casa. Era gris, con autos polarizados, no se veía nada. El remisero paró al lado de él. Entones, el auto siguió hacia adelante y se detuvo, con el motor en marcha, mirando qué pasaba con el remís. Al chofer le digo ‘Hace rato que el auto está ahí, es raro, ¿no?». Y de repente el auto viene despacito hacia atrás. Al remisero le digo ‘Arrancá, arrancá’. Él me llevó a la Policía», contó Paola.

Entonces, el changarín reclamó: «Señor comisario, quiero protección para mi señora y para mis dos hijas. Nunca dimos el nombre (del supuesto empresario del maletín)».

Su esposa le respondió: «Si diste la cara, por favor que no molesten, no diste el nombre nunca. Si es verdad que (el empresario) es un hombre malo…».

«Si yo fui engañado, fuimos engañados todos»

En el viaje a Buenos Aires y el posterior regreso a Nogoyá, Sánchez estuvo acompañado por Maximiliano Medrano, un locutor de esa localidad. Fue él quien recibió al changarín en la radio local, donde le realizó la nota que hizo rodar la historia del maletín de los 500 mil dólares.

«Paramos a mitad del camino y te dije que si todo era mentira, lo dijeras ahora», se dirigió Medrano, desde el asiento del acompañante, a Sánchez.

Confundido, el periodista reconoció la posibilidad de que todo haya sido un engaño.

«Mi cabeza da mil vueltas, va a mil kilómetros por hora. Si yo fui engañado por José, cosa que no creo –creo en la versión de José–, fuimos engañados todos: medios como Canal 13, América, medios de todo el país. Esperemos que todo se resuelva y se dilucide lo que sucedió realmente».

Y agregó: «Yo sigo creyendo hasta tanto y en cuanto haya pruebas de que no es cierto. Hay una cámara de seguridad, pero esperemos que haya más cámaras de seguridad. El fiscal me dijo que no está descartado totalmente que sea cierto».

Desde el asiento trasero del vehículo, Sánchez le confió: «A vos te envidian y nos quieren ensuciar. Pero todo es cierto».

 

Clarín

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