Fue tras el anuncio del FMI sobre los fondos que recibirá la Argentina y el pedido de más ajuste.
El dólar subió 50 centavos este martes luego del pedido de mayor ajuste del FMI y de una nueva licitación de Leliq del Banco Central a tasas que rozan el 64%. La divisa mayorista cerró a $40,50, mientras que el tipo de cambio minorista se vendió a $41,50 en el Banco Nación.
El renovado apoyo del FMI al programa económico, aunque con un mayor pedido de ajuste fiscal y una expansión en el gasto que puede destinarse a contención social, repercutió en la rueda cambiaria. El Fondo, además, dio precisiones de cómo venderá el Tesoro los u$s60 millones diarios que comenzará a negociar en abril y adelantó que, si el tipo de cambio perfora el piso de la banda de flotación, el Banco Central adquirirá esas divisas de manera directa, para evitar una mayor apreciación del peso.
Con ese contexto, el dólar se negociaba estable en precios similares a los que cerró el lunes, pero aceleró su precio pasado el mediodía.
El peso se disoció así de otras monedas emergentes, que ganaban terreno en una jornada global calma.
Según operadores, los agrodólares no tuvieron el protagonismo del lunes, en la que la demanda de divisas se fortaleció y el volumen operado superó los u$s650 millones.
El lunes, la divisa había bajado 40 centavos al inicio de la rueda por el comienzo de la liquidación de agroexportadores, pero revirtió la caída cuando se acercó al piso de flotación.
El Banco Central, en tanto, continuó subiendo levemente la tasa de interés de las Leliq para retirar pesos de la economía. En sus dos licitaciones del día -práctica que inauguró cuando el dólar comenzó a subir de precio- efectuó colocaciones por $209.000 millones al 63,87% anual promedio.
Como informó el FMI, el BCRA estará obligado a comprarle al Ministerio de Hacienda los dólares del préstamo cuando el tipo de cambio perfore el piso de la banda de flotación.
El sistema de ventas diarias por hasta u$s60 millones empezará en abril. En todo el año, la Argentina recibirá u$s9600 millones para financiar gastos en pesos y deberá cambiarlos por pesos. «En la medida en que la moneda esté más apreciada que la zona de no intervención del Banco Central, las ventas se realizarán directamente al Banco Central en la cantidad correspondiente a su anunciada política de compra de divisas no esterilizada», dijo Roberto Cardarelli, el economista que lideró la misión técnica en Buenos Aires entre fines de febrero y principios de marzo.
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