La teoría terraplanista suma adeptos y desde Misiones impulsan una campaña para poner freno a estas ideas pseudocientíficas

En los últimos meses volvieron a cobrar impulso las ideas terraplanistas, por ello el grupo de aficionados a la astronomía de Misiones, Astroamigos, impulsa la campaña denominada Argentina Pro-Ciencia, con el fin de volver a poner sobre el tapete los conocimientos científicos en torno a los astros para dar fin a la pseudociencia que señala que la tierra es en realidad plana y no esférica como la ciencia ha confirmado hace cuatrocientos años.

 

 

Rómulo Fioravante de Astroamigos, manifestó “esto es volver al oscurantismo de la Edad Media. Nosotros propusimos la campaña Pro-Ciencia para que la ciencia se divulgue a través del método y materiales científicos y que la población pueda acceder a estos saberes”.

 

Esto es volver al oscurantismo de la Edad Media.

 

Fioravante también señala que estas teorías buscan desprestigiar a la ciencia y hacer creer a la población que toda la comunidad científica forma parte de una red de conspiradores, además agrega “ahora en todos los canales de televisión se está hablando de la tierra plana cuando en realidad deberíamos estar hablando del desfinanciamiento a nivel nacional a través de subsidios a universidades y observatorios”.

 

 

La teoría terraplanista

 

Las teorías terraplanistas cobran impulso a comienzos del siglo XX a través de la Sociedad Zetetica Universal, sostienen desde entonces que existe una conspiración mundial para ocultar la verdadera forma del planeta. Ellos manifiestan que la tierra no tiene forma de globo sino que es plana, rodeada por un inmenso muro de hielo de más de 50 metros de altura formando así lo que conocemos como la Antártida. Por su parte, el Polo Norte se encuentra en el centro del planeta y desde allí se desprenden todos los continentes. Esto a su vez encapsulado dentro de un gran domo dentro del cual orbitan el sol y la luna, cuerpos que según esta teoría son más pequeños y se encuentran más cercanos que lo que la ciencia ha demostrado que están.

 

 

Aunque existe la errónea creencia popular de que durante la Edad Media la gente en general creía que la Tierra era plana, la idea de que la Tierra era esférica aparece ya desde la antigüedad clásica, popularizada por Pitágoras y Aristóteles, y aceptada por prácticamente todos los estudiosos ya en tiempos de Ptolomeo en el siglo II. Aunque algunos de los primeros escritores cristianos tenían objeciones de tipo teológico, en la Edad Media todas las ramas principales del cristianismo aceptaban como un hecho la idea de una Tierra esférica, eso sí, mantenían sus creencias sobre el sistema geocéntrico de Aristóteles y Ptolomeo considerando la Tierra como el centro del universo.

 

El moderno movimiento pro tierra plana se originó cuando un excéntrico inventor inglés, Samuel Birley Rowbotham (1816-1884), basándose en interpretaciones literales de ciertos pasajes de la Biblia, publicó un panfleto de 16 páginas, que más adelante convirtió en un libro de 430 páginas, exponiendo sus puntos de vista al respecto. De acuerdo con el sistema de Rowbotham, al que llamó Astronomía Zetética, la Tierra es un disco plano centrado en el polo norte y cerrado en su límite sur por un muro de hielo, con el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas a tan sólo unos centenares de millas sobre la superficie de la Tierra.

 

 

Rowbotham y sus seguidores alcanzaron notoriedad al enzarzarse en debates públicos escandalosos con los científicos destacados de su tiempo. Uno de dichos enfrentamientos, que implicó al prominente geógrafo Alfred Russel Wallace, degeneró en varios juicios por fraude y calumnias.

 

Tras la muerte de Rowbotham, sus seguidores crearon la Sociedad Zetética Universal, publicando una revista titulada The Earth Not a Globe Review, y permanecieron activos hasta bien entrado el siglo XX. Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento inició un lento descenso.

Ahora vuelve a tomar impulso.

 

Argumentos terraplanistas

 

Dentro de esta pseudociencia existen argumentos que avalan sus creencias, sin embargo carecen de validez científica.

 

 

  • Sostienen que el horizonte siempre se ve plano lo mires desde donde lo mires, ya sea desde el espacio o desde la tierra. Los que creen que la tierra es plana aseguran que la ligera curvatura que hay en imágenes de la NASA es una burda manipulación.
  • La Antártida son muros de hielo que rodean toda la Tierra. Según estas teorías el polo sur no existe, sólo un polo norte magnético en el centro de la Tierra.
  • También aseguran según razonamientos trigonométricos que si la Tierra fuera una esfera sería imposible contemplar según qué paisajes a más de 600 metros, por eso, aseguran que es plana, pues se pueden ver paisajes a más de 100 kilómetros de distancia.
  • Dicen que los aviones, si la tierra estuviera en movimiento, variarían sus tiempos de vuelo en cada trayecto dado que irían a favor o en contra de la rotación terrestre propuesto por la teoría heliocéntrica que muchos científicos como Michelson-Morley, Sagnac, Tomaschek o Biddell Airy han negado después de experimentar y, según ellos, demostrar, que la Tierra no está en movimiento.  
  • También argumentan que el mar y las aguas de la tierra en reposo siempre forman un plano horizontal, en una tierra esférica y giratoria no tendrían sentido estas propiedades.
  • La estrella polar siempre mantiene la misma posición justo encima del Polo Norte. De igual modo pasa con las constelaciones, si la tierra estuviera girando y orbitando por el espacio junto al sistema solar, las constelaciones habrían cambiado a lo largo de la historia. Además, si la Tierra estuviera en rotación, en la fotografía nocturna no aparecerían los círculos perfectos que forman los “startrails” alrededor de la estrella polar.
  • Dicen que si la tierra fuera esférica podríamos ver los dos lados de la Luna, pero eso no sucede. Siempre vemos el mismo lado de la luna, esto probaría que la tierra es plana.

 

Este es el principal argumentario de los que sostienen que la Tierra es plana y reniegan por completo de los postulados heliocéntricos. Sobra dar detalles de por qué todos estos argumentos están equivocados, no hace falta ser ningún lumbreras para comprender el error básico que todos cometen. En cualquier caso esta teoría confirma una vez más la necesidad humana de refugiarse en terrenos conspirativos aunque estos sean auténticas patrañas.

 

DL

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