Mañana comienza el ciclo lectivo en nuestra provincia y, sin dudas, implica un cambio de rutinas de padres e hijos, los cuales implican otros horarios y actividades, por lo que surgen modificaciones respecto a la alimentación, ya que disponemos de menos tiempo para preparar las comidas, desencuentros entre los miembros de la familia a la hora de comer, compra de comida rápida y/o alimentos industrializados, que en la mayoría de los casos, suelen tener menor valor nutritivo, con mayor cantidad de azúcares, harinas refinadas y grasas.
Además, surge el problema de las compras de alimentos y bebidas en los recreos, que, si bien hay escuelas que han implementado el “kiosco saludable”, la mayoría de los colegios cuenta con comercios donde las opciones que encontramos no son las más saludables justamente, por ejemplo, galletitas dulces, golosinas, gaseosas, snacks (palitos salados, chizitos, papas fritas, etc.), helados, amasados dulces, etc.
Ante estas problemáticas, debemos tratar de organizar la alimentación de manera semanal y prever cuestiones de tiempo, por ejemplo, eligiendo las opciones el fin de semana para que resulte más fácil llevarlo a la práctica de lunes a viernes y de esta manera, poder mejorar la calidad de la alimentación de nuestros niños.
En primer lugar, no debemos olvidar la importancia del desayuno, en todas las personas, pero en los niños que van a la escuela por la mañana más aún. Sí o sí, deben consumir algún tipo de lácteo, acompañado de pan, galletitas, cereales y alguna fruta. Y, para quienes van al turno tarde, es de suma importancia realizar un almuerzo completo pero liviano, es decir que tenga alguna fuente de proteínas, como carnes, huevos, quesos o legumbres, una porción de verduras, crudas o cocidas, para aportar fibras, vitaminas y minerales, y una porción de hidratos de carbono para obtener energía suficiente para la tarde, a través de pastas, arroz, polenta, papa, mandioca, etc.
En cuanto a las opciones para llevar para el recreo se pueden elegir:
- Frutas frescas, sola, en ensalada, con gelatina, etc.
- Yogures
- Copos de maíz (llevar una porción en frasco o bolsita, para evitar excesos)
- “Tutucas”
- Pochoclos
- Jugos de frutas (natural, en botellita personal)
- Barritas de cereal
- Turrones
- Una porción de bizcochuelo, puede ser con frutas, tarta de frutas, etc.
- Sándwich de queso, jamón y verduras como lechuga, tomate, zanahoria rallada, rucula, choclo, etc.
- “Almohaditas” o cuadritos de avena
- Una porción de tarta de frutas o de verduras, según preferencia entre lo dulce o salado.
- Es sumamente importante NOOLVIDAR LA BOTELLITA DE AGUA en la mochila, esto ayudará a la hidratación del niño y evitará, en gran medida, que busque beber gaseosas.
La idea de estas colaciones o refrigerios, es brindarle un alimento saludable, nutritivo y rico. Siempre debemos tomarnos el tiempo para acompañar a los niños en la alimentación,ya que dependen de nosotros para formar sus hábitos. La escuela es un espacio de gran importancia en la vida de ellos, y la nutrición es esta etapa requiere de mucha atención, pues debe ser adecuada, para preservar la salud y mejorar los hábitos y calidad de vida actual y a futuro.
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P.n°147
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