Devaluación en Paraguay e inflación en Argentina reactivan las asimetrías de frontera

En los últimos dos meses, el dólar acumuló una suba de 9,5% en la vecina orilla mientras que la inflación en Argentina corre por encima de los tres puntos mensuales en un contexto de estabilidad cambiaria. La combinación de esos factores hace que los precios Encarnación resulten más atractivos para los misioneros y las colas en el puente sean cada vez más largas. Las proyecciones económicas vaticinan que esta tendencia se profundizará en los próximos meses.

 

Desde los primeros días del año hasta el viernes último, la cotización oficial del dólar en Paraguay aumentó de 5.530 a 6.050 guaraníes en lo que va del año, lo suficiente para que en Asunción se empiece a hablar de crisis y para que empiece una tibia reactivación del comercio en las ciudades de frontera como Encarnación.

 

Una devaluación de 9,5% en Paraguay no sería por sí mismo un factor determinante para inclinar sustancialmente la balanza de las asimetrías de frontera, pero cobra mucho más relevancia en combinación con otros factores del contexto económico argentino actual.

 

Ocurre que mientras en la vecina orilla el dólar aumenta y los precios se mantienen estables en guaraníes, en Argentina la situación es inversa: se mantiene relativamente estable la cotización del dólar y los precios medidos en pesos aumentan por encima de 3% mensual. Es decir que mientras Paraguay gana competitividad cambiaria, Argentina la pierde.

 

El termómetro más fiel es la cola del puente Posadas – Encarnación, que luego de prácticamente desaparecer en la segunda mitad del año pasado tras la megadevaluación que llevó el dólar al umbral de los 40 pesos, volvió a hacerse cada vez más larga mientras avanzaba febrero hasta llegar a casi tres kilómetros de extensión en el feriado de hoy lunes.

 

Los números de las economías de Argentina y Paraguay presagian que la tendencia se pronunciará. De este lado del Paraná todo indica que el Gobierno nacional intentará sostener el tipo de cambio atrasado al menos hasta las elecciones. Por otra parte, los altos niveles de inflación tienen continuidad asegurada al menos hasta mayo gracias a los aumentos de tarifas y a que todavía hay inflación mayorista que no pasó a precios minoristas.

 

En Paraguay en cambio, la inflación sigue siendo muy baja en comparación a la de Argentina, de hecho durante todo 2018 el IPC del país vecino aumentó 3,2%, menos de lo que se estima solo para febrero en Argentina, y para todo 2019 el Banco Central de Paraguay estima una inflación de 4,2%, con la salvedad de que a diferencia de su par argentino, el Banco Central de Paraguay suele ser preciso en sus estimaciones.

 

JRC EP

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