La muerte de Emiliano Sala: revelan un dato clave sobre el entrenamiento del piloto

David Ibbotson, el piloto del avión que transportaba al futbolista argentino Emiliano Sala, abandonó los entrenamientos para obtener su licencia como piloto comercial antes de completarla. Así lo reveló una investigación publicada en las últimas horas por la BBC.

Ya se sabía que Ibbotson no tenía permiso para realizar vuelos comerciales, según determinó el informe preliminar de la tragedia elaborado por la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB). Esta situación alimenta la teoría de que el vuelo era ilegal.

Ibbotson, de 59 años y cuyo cuerpo no fue encontrado, sólo tenía una licencia privada para volar en el Reino Unido y en los Estados Unidos. Eso se traduce en que no podía transportar pasajeros dentro de la Unión Europea salvo en un régimen de reparto de gastos.

La licencia y el plan de vuelos del piloto se perdieron en el accidente.

Según detalla la BBC, Ibbotson estudió para obtener una licencia de piloto comercial (CPL) desde diciembre de 2012 hasta julio de 2014, pero abandonó el curso sin obtenerla después de no haber completado su formación teórica.

Stuart Smith, jefe de capacitación de la Cranfield Aviation Training School, advirtió: «Es común que los pilotos privados de mediana edad realicen el curso de conocimientos teóricos de CPL para que puedan completar el entrenamiento de vuelo de CPL y puedan ganar dinero como pilotos o instructores de vuelo».

Smith señaló además que Ibbotson se puso en contacto en 2016 con la intención de reanudar su formación, pero nunca la siguió más. Y añadió que había enviado un informe a la Autoridad de Aviación Civil (AAC) poco después de la tragedia.

Las investigaciones de la AAIB continuarán analizando las comunicaciones de tráfico aéreo y el radar en busca de nuevas pistas para establecer cómo se produjo la caída del avión.

Hasta el momento la principal teoría es que el piloto sufrió «desorientación espacial» como producto de su desconocimiento para manejar la nave a partir de la información de los instrumentos de vuelo.

A su vez, otras líneas de investigación tratarán de determinar cómo fue que Ibbotson, que también trabajaba como ingeniero de calderas de gas y el DJ, terminó siendo el piloto de un vuelo que trasladaba a un futbolista por quien acababan de pagar 17 millones de euros.

En ese sentido, la mira apunta a David Henderson, el piloto que habitualmente trabajaba con el intermediario escocés Willie McKay, el empresario que arregló la transferencia de Sala desde Nantes a Cardiff City.

El avión Piper Malibu estaba registrado en los Estados Unidos, cuyas reglas estipulan que el uso de aeronaves con fines comerciales fuera del país debe ser aprobado por la AAC y la Administración Federal de Aviación. Según pudo averiguar la BBC, los propietarios del avión no solicitaron ni concedieron ningún permiso antes del vuelo de Sala.

Martin Robinson, director ejecutivo de la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves, mostró su preocupación por los llamados chárter grises, que son vuelos sin licencia y el uso de aviones con registro extranjero para el trabajo de taxis aéreos.

El cuerpo de Sala fue encontrado el 4 de febrero entre los restos del avión a 68 metros de profundidad en el Canal de la Mancha, a 24 millas de la isla de Guernsey.

El avión había desaparecido el 21 de enero y fue hallado trece días más tarde por un barco contratado por la familia del futbolista argentino. La aeronave estaba partida en tres, con la cola y la punta de las alas totalmente destrozadas. Un día más tarde se detectó y el cuerpo y el 6 de febrero logró sacarse del fondo del mar.

 

 

 

(Clarin)

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