Un veterano de la guerra de Malvinas que buscaba recuperar el casco que le salvó la vida durante la sangrienta batalla de Monte Longdon recibió el viernes un llamado anónimo con la promesa de enviárselo en los próximos días desde el Reino Unido. Y ayer, con la certeza de que ese preciado objeto estará nuevamente en sus manos, el ex combatiente afirmó que lo depositará en la bóveda del cementerio donde descansan los restos de sus padres, en la localidad bonaerense de Lanús.
“Tengo la promesa de que el casco volverá a mis manos. Una vez que eso ocurra, y después de agradecer y mostrarlo a todos los que quisieron ayudarme a recuperarlo, lo llevaré a la bóveda del cementerio de Lanús”, dijo Jorge Alberto Altieri, de 56 años, quien a los 19 perdió un ojo durante la guerra.
Altieri expresó su emoción por la noticia que llegó a través de un “número privado” de “alguien con acento argentino que no se identificó”, pero que le aseguró que “con el próximo correo que hace la Embajada argentina en Londres, el casco va a llegar a mis manos”, dijo. Después de la guerra, el hombre debió vender bolsas de residuos en la zona del Planetario, en la ciudad de Buenos Aires, por la discapacidad que lo acompaña desde entonces.
Ahora, a poco de concretar el sueño de volver a tener el casco que impidió que muriera en la guerra, siente que está muy cerca de cumplir con esa decisión de ofrecer a la memoria de sus padres lo que “él fue capaz de hacer por recuperar las islas”.
“Mucha gente quiso ayudarme y hasta empezaron a organizar para hacer una colecta y comprar el casco, que estaba cotizado en unos 520.000 pesos en una subasta en e-Bay. Yo dije que no, que era demasiado, que había muchas necesidades como para gastar ese dinero en el casco. Pero llegó esa llamada y me cambió la vida”, señaló Altieri. Y aclaró: “Un amigo habló con el embajador inglés en la Argentina para desestimar que fuera una broma de mal gusto”.
El casco estuvo en la subasta por última vez el jueves cuando la base era de 10.500 libras (13.000 dólares o 520.000 pesos), pero el dueño lo retiró y al día siguiente ocurrió la llamada anónima al ex combatiente.
Altieri recibe una pensión retroactiva a 1990 y busca que el Estado reconozca a los que sufrieron discapacidad el dinero de las pensiones pero retroactivo a 1982.
Fuente: La Mañana de Neuquén
Un coleccionista inglés le dijo que tiene el casco que usó en Malvinas y ahora un ex combatiente misionero sueña con recuperarlo
El increíble relato en primera persona de Juan Nazer, ex combatiente de la Guerra de Malvinas
